¿Qué pasa con los británicos en España? Ha habido decenas de desaparecidos en tres años
Detrás de estos incidentes hay accidentes puntuales, huidas voluntarias y crímenes sin un patrón común

Imagen de archivo de la Policía Nacional. | EP
¿Qué se esconde tras las muertes y desapariciones de ciudadanos británicos en los destinos vacacionales españoles? Estos casos se han situado en niveles significativos, si bien no parece existir un único patrón que los interconecte y entre ellos hay crímenes, accidentes e incluso personas que, por distintos motivos, buscan huir de Reino Unido por voluntad propia.
Según los datos del Centro Nacional de Personas Desaparecidas, en 2024 se registraron 93 denuncias por desapariciones de personas de nacionalidad británica, si bien la prensa del país ha apuntado que la dimensión real podría ser superior. En cambio, solo constan ocho desaparecidos españoles en Reino Unido, que a su vez es el tercer país que concentra más desapariciones de españoles fuera de territorio nacional, por detrás de Francia y Alemania, y por delante de Marruecos.
En el conjunto de España se denunciaron un total de 26.345 casos a lo largo del año, de los cuales 23.900 son denuncias cesadas. Marruecos –con 2.905 casos–, Argelia, Colombia y Rumanía son las nacionalidades extranjeras con las cifras más altas.
Algunos de los casos vividos en los últimos tres años incluyen el de Geraldine (74 años) –desaparecida en Chivirel (Almería)–, un hombre de 34 años desaparecido de un velero en Gran Canaria, una mujer de 39 años localizada tras desaparecer a bordo de una embarcación en Formentera, un excursionista fallecido en Mallorca, la reaparición del joven Matthew Callum tras retirarse sin avisar a la costa gerundense, la aparición de un cadáver en Málaga posiblemente relacionado con la desaparición de un hombre de 65 años, un joven de 17 años a quien la familia perdió la pista en España y fue localizado en Francia, el asesinato a tiros de dos escoceses en Fuengirola, una mujer de 65 años estrangulada en Benidorm, o Levi Davis, el jugador de rugby desaparecido en Barcelona.
El último caso que consta es el de Josh Rogers, un joven de Bloxwich hallado muerto el pasado 23 de septiembre en Lloret de Mar (Gerona), tres días después de ser visto por última vez saliendo de su hotel. Fuentes policiales indican a THE OBJECTIVE que el caso se cerró como una muerte natural o accidental, sin indicios extraños ni de violencia ni de criminalidad, de modo que los Mossos d’Esquadra no han abierto una investigación, sin perjuicio de que el juez pueda ordenar lo contrario tras valorar las circunstancias.
Sin embargo, la familia sí aprecia elementos sospechosos, como el hecho de que el fallecido, de 33 años y con una discapacidad motora (CMT), pudiese llegar a la zona boscosa –poco transitada y sin rastro de turistas– donde le encontraron, según informan la BBC y Lloret Gaceta. Además, aseguran que al salir cogió su móvil y dinero, que no estaban cuando apareció muerto.
Otras fuentes del ámbito de la seguridad consideran que no existen indicios sólidos que apunten a una oleada de secuestros de turistas británicos en la zona, aunque sí casos puntuales de desapariciones o accidentes o hechos sin un patrón criminal concreto. Aun así, recuerdan que «España es uno de los países favoritos por los británicos que tienen que desaparecer de su país de origen».
Según explicó el periodista británico Graham Kelly en À Punt Media, «hay miles de casos de extranjeros, británicos, franceses, alemanes… que desaparecen cada año en España durante sus vacaciones». La mayoría de ellos se resuelve fácilmente, uno de los motivos por los que el periodista cree que, cuando el matrimonio galés o’Malley desapareció en la Costa Blanca hace dos décadas, inicialmente el caso no recibió atención policial, aunque finalmente se investigó y se juzgó como un crimen por parte de dos hombres de nacionalidad venezolana que los extorsionaron, secuestraron y asesinaron.
Algunas zonas del litoral catalán, la Costa Blanca y Baleares donde conviven un foco de turismo, una destacada comunidad británica y la actividad de diferentes bandas criminales, han protagonizado parte de estos incidentes. Unos 18 millones de turistas viajan cada año a España procedentes de Reino Unido. Además, son muchos los que han elegido nuestras costas como destino de jubilación, y en ocasiones se agrupan en barrios de expats, mientras que otros ven el inmobiliario español como una oportunidad de inversión.