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Sucesos

Un incendio agrava la guerra entre clanes tras los robos en el cementerio de Zaragoza

El fuego se ha originado en un bloque de viviendas donde residía uno de los implicados en los saqueos del camposanto

Un incendio agrava la guerra entre clanes tras los robos en el cementerio de Zaragoza

Garaje del barrio Oliver tras el incendio. | Ayuntamiento de Zaragoza

Un aparatoso incendio declarado esta madrugada en la calle Eva Duarte, en el barrio zaragozano de Oliver, ha vuelto a poner en tensión a dos clanes gitanos enfrentados desde hace semanas tras los robos en el cementerio de Zaragoza, como ya publicó THE OBJECTIVE. El fuego se ha originado en torno a las cuatro de la madrugada en un bloque de viviendas donde residía uno de los presuntos implicados en las sustracciones de ornamentos metálicos del camposanto.

Según han informado fuentes municipales, el incendio ha afectado por completo a un garaje en el que se encontraban cinco vehículos y diversos enseres, así como a la planta calle y a una vivienda situada en el primer piso del edificio. A pesar de la magnitud de las llamas, no ha habido que lamentar daños personales. Hasta el lugar se desplazaron dotaciones de los Bomberos de Zaragoza con una ambulancia, un furgón de útiles varios, una unidad de mando y comunicaciones, una bomba nodriza pesada, una autoescala automática de 30 metros y una bomba urbana ligera. Los efectivos lograron sofocar el fuego tras una intensa intervención y evitar que se propagara a las plantas superiores.

El suceso se produce semanas después de la detención de tres hombres por el robo de crucifijos, placas y otros objetos metálicos de más de 500 tumbas y nichos del cementerio de Zaragoza, material que posteriormente vendían en chatarrerías por unos 4.000 euros. Entre las sepulturas dañadas se encontraban las de miembros de un conocido clan gitano asentado en la ciudad, lo que desencadenó un grave conflicto interno.

Fuentes próximas a la investigación apuntaron a este periódico que los ladrones fueron desterrados de la ciudad tras el descubrimiento de los hechos, siguiendo las normas tradicionales del pueblo gitano. Uno de los detenidos habría sufrido una paliza días después de su puesta en libertad, y tanto él como sus familiares fueron advertidos de no regresar al barrio.

El incendio de esta madrugada, ocurrido precisamente en el edificio donde residía uno de ellos, ha reavivado las sospechas de posibles represalias, aunque por el momento la Policía no descarta ninguna hipótesis.

El Grupo de Robos de la Jefatura Superior de Policía de Aragón, en coordinación con la Policía Científica, investiga el origen del fuego para determinar si ha sido fortuito o intencionado. El Ayuntamiento de Zaragoza, por su parte, ha pedido calma a los vecinos del barrio de Oliver y ha condenado cualquier acto de violencia derivado de este conflicto.

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