Un equipo de investigadores liderado por el Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA) ha actualizado el catálogo ALS, el mayor catálogo de estrellas azules masivas de la Vía Láctea, que ha permitido al equipo trazar por vez primera el mapa más detallado de los brazos espirales de nuestra galaxia hecho hasta la fecha.
Por qué te lo contamos: este mapa es tan detallado que ha permitido descubrir un ramal de nuestro brazo espiral (el de Orión) de unos 10.000 años luz de longitud, que se extiende hacia afuera en dirección al siguiente brazo (el de Perseo), elevándose además por encima del plano de la Galaxia. Los investigadores han bautizado a esa nueva estructura descubierta «el espolón de Cefeo».
El ASL (Alma Luminous Stars), realizado hace dos décadas, contiene casi 20.000 estrellas azules masivas (estrellas OB), astros que tienen una efímera existencia de pocos millones de años y que son interesantes para los astrofísicos debido a que son un indicador que revela las regiones de formación estelar.
Además, dada su breve existencia, estas estrellas no tienen tiempo de alejarse de las zonas donde nacen -los brazos espirales-, por lo que también son excelentes referencias para trazar un mapa de esas estructuras galácticas. Con este objetivo, los investigadores han actualizado el catálogo cruzando los antiguos datos de cada estrella con los datos recientemente obtenidos con la misión Gaia de la ESA.
Como consecuencia, los nuevos datos, recién publicados en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society (MNRAS), han permitido al equipo trazar por vez primera el mapa más detallado de los brazos espirales de la Vía Láctea.
«Hemos revisado el catálogo original a fondo, actualizándolo y sistematizándolo con los datos modernos de Gaia. Y aunque este era el propósito del estudio, disponer de una muestra de estrellas tan actualizada nos llevó a echar un vistazo a los datos para ver qué aspectos de nuestro entorno Galáctico se manifestaban con mayor claridad. Y ahí surgió la sorpresa», según ha explicado Michelangelo Pantaleoni González, investigador del CAB y autor principal del estudio.
Los investigadores han bautizado a esa nueva estructura descubierta «el espolón de Cefeo»: espolón (spur en inglés) porque es como se denominan este tipo de estructuras entre brazos y de Cefeo porque es la constelación donde es más prominente.
«Es interesante señalar que la ingente cantidad de datos obtenidos con la misión Gaia y el uso de herramientas estadísticas ha permitido extraer interesantes conclusiones generales sobre nuestro entorno, como indicios del alabeo de nuestra galaxia y las corrugaciones del disco, que son probablemente reliquias de la convulsa evolución de la Vía Láctea», ha concluido Pantaleoni.
Para este estudio se han utilizado los datos de Gaia DR2 (Data Release 2), por lo que los investigadores están ahora actualizando el catálogo con los nuevos datos de Gaia EDR3, mucho más precisos y que darán como resultado una futura actualización del catálogo ahora publicado.