Putin asegura que los sospechosos del caso Skripal son "civiles, no criminales"
Alexander Petrov y Ruslan Boshiro, los dos sospechosos del envenenamiento del exespía ruso Sergei Skripal y su hija Yulia Skripal en marzo en Salisbury, son, según el presidente ruso, «civiles, no criminales».
Alexander Petrov y Ruslan Boshiro, los dos sospechosos del envenenamiento del exespía ruso Sergei Skripal y su hija Yulia Skripal en marzo en Salisbury, son, según el presidente ruso, «civiles, no criminales». Además, Putin insta a Petrov y Boshirov a aparecer en los medios para defender su inocencia.
«No hay nada criminal aquí, sabemos quiénes son estas personas y son civiles, por supuesto», ha asegurado Vladimir Putin en un foro económico en la ciudad oriental de Vladivostok tras las acusaciones de las autoridades británicas que han dicho que los hombres eran agentes de la inteligencia militar rusa enviados para matar a Sergei Skripal, un exespía ruso que habría dado información a la inteligencia británica. Skripal fue encarcelado en Rusia antes de ser liberado en un intercambio de espías en 2010.
Incluso la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, dijo la semana pasada que según la información que manejaban las agencias de Reino Unido los sospechosos son rusos pertenecientes al servicio de inteligencia militar GRU de Rusia.
Este suceso podría ensanchar el abismo entre Rusia y Reino Unido que desencadenó una ola de expulsiones diplomáticas por ambas partes. De esta forma, después del incidente, que tuvo lugar el 4 de marzo, Reino Unido y más de veinte países expulsaron a un total de 150 diplomáticos rusos. Como respuesta, Rusia expulsó a un número similar de diplomáticos de esos países.
Reino Unido ha pedido una orden de detención contra Alexander Petrov y Ruslan Boshiro, aunque barajan la posibilidad de que los dos sospechosos, que creen tienen más de 40 años, viajen bajo alias y que Petrov y Boshiro no sean sus verdaderos nombres.
Sergei y Yulia Skripal estuvieron hospitalizados varias semanas tras ser envenenados con el agente nervioso Novichok, de fabricación rusa. El Gobierno británico ha culpado al Kremlin del ataque, pero Rusia niega su implicación.
Unos meses después, una pareja británica resultaba envenenada al entrar en contacto con una botella de perfume que contenía el mismo agente nervioso. La chica moría el pasado julio y su pareja se recuperaba tras varias semanas hospitalizado.