Musulmanes y católicos forman milicias para proteger las calles en Burkina Faso
Desesperados y hartos de delincuencia, se han atribuido fuinciones básica del Estado: la seguridad y la justicia. El gran problema es que los kogleweogo han comenzado a cobrar impuestos y multas, y muchos hombres están abandonando sus trabajos para vivir de la milicia. Penas de muerte o latigazos recaen ahora sobre débiles acusaciones, sin proceso judicial alguno, y el país ha detectado ya varias condenas de inocentes por parte de las milicias. Interior quiere regularizarlos.
Desde el pasado septiembre una milicia armada patrulla las calles del país. Son los koglweogo o guardianes de la selva. Musulmanes, católicos, viejos y mayores, asumen la función de detener, castigar y juzgar a los delincuentes al margen de la ley.
Desesperados y hartos de delincuencia, se han atribuido fuinciones básica del Estado: la seguridad y la justicia. El gran problema es que los kogleweogo han comenzado a cobrar impuestos y multas, y muchos hombres están abandonando sus trabajos para vivir de la milicia. Penas de muerte o latigazos recaen ahora sobre débiles acusaciones, sin proceso judicial alguno, y el país ha detectado ya varias condenas de inocentes por parte de las milicias. Interior quiere regularizarlos.