Políticos, jueces y militares, en el punto de mira del presidente filipino
En una comparecencia televisada, Duterte manifestó que los miembros de los citados estamentos a los que había acusado de corrupción y narcotráfico serán llevados ante los tribunales. Para justificar la denuncia de esta nueva lista de presuntos criminales, recordó que cuando asumió el cargo de presidente el 30 de junio juró que tendría informada a la población sobre la «narco política» en el país. En la lista, Duterte habló de 158 altos cargos, la mayoría policías y militares, pero también tres miembros del Congreso y siete jueces. El días antes de esta comparecencia, el presidente reiteró su polémico llamamiento de «disparar a matar» contra drogadictos y narcotraficantes que, aseguró, «mantendré hasta el último día de mi mandato si sigo vivo para entonces». Cerca de 800 personas han sido asesinadas desde que Duterte ganó las elecciones en mayo.
Reuters
«No me importan los derechos humanos, creedme». Así de claro se ha expresado el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, que ha añadido este domingo a su lista en la lucha contra las drogas, a miembros del gobierno, de la judicatura, del Parlamento y del Ejército, a quienes ha acusado de corrupción y de estar relacionados con el narcotráfico.
En una comparecencia televisada, Duterte manifestó que los miembros de los citados estamentos a los que había acusado de corrupción y narcotráfico serán llevados ante los tribunales. Para justificar la denuncia de esta nueva lista de presuntos criminales, recordó que cuando asumió el cargo de presidente el 30 de junio juró que tendría informada a la población sobre la «narco política» en el país.
En la lista, Duterte habló de 158 altos cargos, la mayoría policías y militares, pero también tres miembros del Congreso y siete jueces. El días antes de esta comparecencia, el presidente reiteró su polémico llamamiento de «disparar a matar» contra drogadictos y narcotraficantes que, aseguró, «mantendré hasta el último día de mi mandato si sigo vivo para entonces». Cerca de 800 personas han sido asesinadas desde que Duterte ganó las elecciones en mayo.
