Cuatro personas se convierten en estrellas fugaces humanas durante la noche de las Perseidas
Un comunicado de prensa explica que “han querido rendir homenaje a este fenómeno realizando un vuelo con su traje de alas en La Palma, en el que está considerado como el cielo más limpio del Hemisferio Norte para la observación astronómica”. Tras compartir el cielo con varios cientos de estrellas, los aventureros tocaron tierra iluminando la noche con las luces de su trajes plagados de bombillas LED. En declaraciones para El Diario, uno de los saltadores, Joakim Sommer, comentaba: “La experiencia sido increíble. Literalmente he sentido como si estuviera en un videojuego. Estaba en un túnel negro y sólo veía miles de estrellas en mi cara. Ha sido una visión increíble. Realmente sientes la velocidad, pero como no tienes nada que te rodee, estás ahí fuera en el espacio. ¡Una locura!”.
Reuters
Joakim Sommer (Noruega), Marco Waltenspiel, Georg Lettner (Austria) y el español Armando del Rey se unieron a la lluvia de estrellas al sobrevolar el Observatorio de El Roque de Los Muchachos, donde se encuentra el Gran Telescopio de Canarias. Durante las lágrimas de San Lorenzo, o noche de las Perseidas, se pusieron un especial traje luminoso y saltaron desde los 1.800 metros de altura para poder planear la zona como auténticos meteoritos humanos.
Un comunicado de prensa explica que “han querido rendir homenaje a este fenómeno realizando un vuelo con su traje de alas en La Palma, en el que está considerado como el cielo más limpio del Hemisferio Norte para la observación astronómica”. Tras compartir el cielo con varios cientos de estrellas, los aventureros tocaron tierra iluminando la noche con las luces de su trajes plagados de bombillas LED. En declaraciones para El Diario, uno de los saltadores, Joakim Sommer, comentaba: “La experiencia sido increíble. Literalmente he sentido como si estuviera en un videojuego. Estaba en un túnel negro y sólo veía miles de estrellas en mi cara. Ha sido una visión increíble. Realmente sientes la velocidad, pero como no tienes nada que te rodee, estás ahí fuera en el espacio. ¡Una locura!”.
