El gobierno japonés discrimina a las refugiadas sirias embarazadas
Ante las críticas, el texto fue cambiado por: «Antes de pedir beneficiarse del programa, se recomienda a las embarazadas considerar cuidadosamente los riesgos potenciales para la salud y la vida de la madre y el feto». La agencia gubernamental ha salido al paso de la denuncia este miércoles asegurando que el objetivo del programa no es «rescatar a los desfavorecidos sino formar a personal» para la reconstrucción de Siria. Sin embargo, Amnistía Internacional insiste en que el programa «reduce las posibilidades para las mujeres» que quieren obtener el estatuto de refugiado. El año pasado, Japón aceptó a 27 refugiados, entre ellos tres sirios, de las 7.500 solicitudes de 69 países, según cifras oficiales. El primer ministro, Shinzo Abe, anunció en mayo que su país aceptaría acoger a 150 estudiantes sirios en cinco años a partir de 2017. Después, aseguró que también permitiría la entrada a familiares de los estudiantes.
Amnistía Internacional ha denunciado que el gobierno japonés, a través de la agencia pública JICA, excluye a las mujeres embarazadas en un programa destinado a acoger a un grupo reducido de refugiados sirios. En la ‘Iniciativa Japonesa para el futuro de los Refugiados Sirios’ se decía que «no se recomienda a las embarazadas acogerse» al programa, según la denuncia de AI.
Ante las críticas, el texto fue cambiado por: «Antes de pedir beneficiarse del programa, se recomienda a las embarazadas considerar cuidadosamente los riesgos potenciales para la salud y la vida de la madre y el feto». La agencia gubernamental ha salido al paso de la denuncia este miércoles asegurando que el objetivo del programa no es «rescatar a los desfavorecidos sino formar a personal» para la reconstrucción de Siria. Sin embargo, Amnistía Internacional insiste en que el programa «reduce las posibilidades para las mujeres» que quieren obtener el estatuto de refugiado.
El año pasado, Japón aceptó a 27 refugiados, entre ellos tres sirios, de las 7.500 solicitudes de 69 países, según cifras oficiales. El primer ministro, Shinzo Abe, anunció en mayo que su país aceptaría acoger a 150 estudiantes sirios en cinco años a partir de 2017. Después, aseguró que también permitiría la entrada a familiares de los estudiantes.