Comienza el reto de salvar a la Tierra
Aunque el mensaje suene apocalíptico, lo cierto es que las consecuencias del cambio climático son una realidad. Durante este año hemos podido ver como China ha tenido que activar en varias ocasiones la alerta roja por los altos niveles de polución que dejaban estampas realmente asfixiantes. Ha sido el año también en el que por primera vez en la historia Madrid activa la medida anticontaminación que implica restringir la circulación de vehículos. Las nubes contaminantes que acechan las grandes ciudades se han convertido en la prueba palpable de que la contaminación nos rodea y nos afecta. El Acuerdo de París limita el calentamiento global muy por debajo del tope de 2ºC, por lo que las grandes ciudades deberán reducir sus emisiones, de 5 toneladas de equivalente C02 por habitante y por año a 3 en 2030 y 0,9 en 2050. Las grandes ciudades del mundo que pertenecen al C40 fijan 2020 como la fecha límite para realizar una serie de medidas antes de que los efectos del cambio climático lleguen a un punto de no retorno y altamente destructivo. Si las ciudades no actúan, el planeta pagará el precio de la inacción. Comienza la cuenta atrás.
El planeta se avecina a una «tragedia humana» si no se reduce de «manera urgente y radical» las emisiones de gases de efecto invernadero. No lo decimos nosotros, lo ha dicho la ONU este 2016, el año en el que ha entrado en vigor el aplaudido e histórico Acuerdo de París contra el cambio climático tras la ratificación de un centenar de los 195 país que los refrendaron. La premura de su puesta en marcha -11 meses después de su ratificación- demuestra la concienciación de un problema que ha sido negado durante décadas.
Aunque el mensaje suene apocalíptico, lo cierto es que las consecuencias del cambio climático son una realidad. Durante este año hemos podido ver como China ha tenido que activar en varias ocasiones la alerta roja por los altos niveles de polución que dejaban estampas realmente asfixiantes. Ha sido el año también en el que por primera vez en la historia Madrid activa la medida anticontaminación que implica restringir la circulación de vehículos. Las nubes contaminantes que acechan las grandes ciudades se han convertido en la prueba palpable de que la contaminación nos rodea y nos afecta. El Acuerdo de París limita el calentamiento global muy por debajo del tope de 2ºC, por lo que las grandes ciudades deberán reducir sus emisiones, de 5 toneladas de equivalente C02 por habitante y por año a 3 en 2030 y 0,9 en 2050. Las grandes ciudades del mundo que pertenecen al C40 fijan 2020 como la fecha límite para realizar una serie de medidas antes de que los efectos del cambio climático lleguen a un punto de no retorno y altamente destructivo. Si las ciudades no actúan, el planeta pagará el precio de la inacción. Comienza la cuenta atrás.