Samsung atribuye los fallos del Galaxy Note 7 a defectos de las baterías
Tanto la investigación interna como otra independiente «concluyeron que las baterías fueron la causa de los incidentes del Note 7», dijo la compañía en un comunicado. Samsung Electronics retiró a principios de setiembre unos 2,5 millones de ejemplares del Galaxy Note 7 de diez mercados después de que se sucedieran las quejas de usuarios en las que informaban de que las baterías de litio explotaban durante la recarga. Después tuvo que extender la medida y suspender la producción cuando se supo que los teléfonos también se incendiaban. El aparato, que estaba concebido para competir con el iPhone de Apple, terminó costándole a Samsung miles de millones de dólares en pérdidas, además de daños para su imagen de marca. Samsung admitió este lunes que fue la empresa la que especificó las características que debían cumplir las baterías. «Nosotros asumimos las responsabilidades por los fallos a la hora de identificar y verificar los problemas originados en el diseño y la manufactura de las baterías», dijo la marca surcoreana. «Queremos disculparnos sinceramente por las molestias y las preocupaciones que hemos causado a nuestros consumidores», dijo por su parte a la prensa en Seúl, Koh Dong-Jin, director de la unidad de móviles. Samsung Electronics es la unidad más importante de Samsung, el grupo industrial más importante de Corea del Sur, cuyos ingresos que representan casi una quinta parte del PIB del país.
Samsung, el mayor fabricante de teléfonos del mundo, ha atribuido este lunes los fallos del Galaxy Note 7 a problemas en las baterías, lo que obligó a la compañía a retirar del mercado el modelo después de que varios dispositivos se incendiaron, un escándalo que afectó a la imagen de la empresa y le costó millones de dólares en pérdidas.
Tanto la investigación interna como otra independiente «concluyeron que las baterías fueron la causa de los incidentes del Note 7», dijo la compañía en un comunicado. Samsung Electronics retiró a principios de setiembre unos 2,5 millones de ejemplares del Galaxy Note 7 de diez mercados después de que se sucedieran las quejas de usuarios en las que informaban de que las baterías de litio explotaban durante la recarga. Después tuvo que extender la medida y suspender la producción cuando se supo que los teléfonos también se incendiaban.
El aparato, que estaba concebido para competir con el iPhone de Apple, terminó costándole a Samsung miles de millones de dólares en pérdidas, además de daños para su imagen de marca. Samsung admitió este lunes que fue la empresa la que especificó las características que debían cumplir las baterías. «Nosotros asumimos las responsabilidades por los fallos a la hora de identificar y verificar los problemas originados en el diseño y la manufactura de las baterías», dijo la marca surcoreana. «Queremos disculparnos sinceramente por las molestias y las preocupaciones que hemos causado a nuestros consumidores», dijo por su parte a la prensa en Seúl, Koh Dong-Jin, director de la unidad de móviles.
Samsung Electronics es la unidad más importante de Samsung, el grupo industrial más importante de Corea del Sur, cuyos ingresos que representan casi una quinta parte del PIB del país.