La policía pone fin al motín en el correccional de Guatemala y libera a los rehenes
La policía ha conseguido esta pasada madrugada entrar en el centro de menores de Guatemala, donde el domingo se produjo un motín por parte de un numeroso grupo de una de las pandillas, y ha rescatado a los cuatro rehenes, uno de los cuales ha fallecido poco después debido a la gravedad de sus heridas
La policía ha conseguido esta pasada madrugada entrar en el centro de menores de Guatemala, donde el domingo se produjo un motín por parte de un numeroso grupo de una de las pandillas, y ha rescatado a los cuatro rehenes, uno de los cuales ha fallecido poco después debido a la gravedad de sus heridas. «Se ha logrado rescatar con vida a los cuatro monitores retenidos», dijo el presidente del país, Jimmy Morales.
Poco después, las autoridades sanitarias informaron de la muerte de unos de ellos a causa de los golpes recibidos y de las graves heridas de arma punzantes que había sufrido. Mario Cruz, portavoz de los bomberos, dijo que dos de los funcionarios rescatados presentaban graves lesiones en el cráneo.
Los jóvenes pandilleros mantenían desde el domingo como rehenes a cuatro funcionarios de un correccional aledaño a la capital guatemalteca, después de matar a dos y herir a otros cinco durante un motín llevado a cabo para exigir mejores condiciones y beneficios en el centro.
La operación policial se ha llevado a cabo después de que los amotinados rompieran el diálogo con las autoridades, que buscaban lograr la liberación de los cuatro trabajadores.
El motín comenzó el domingo al mediodía por jóvenes integrantes de la temible pandilla Barrio 18 del Centro Juvenil de Privación de Libertad para Varones, conocido como Etapa II, ubicado en el municipio de San José Pinula, unos 10 km al este de la capital, que denunciaron malos tratos de los guardias, según la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH).
El subjefe de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia, a cargo del centro, Vladimir López, ha explicado que en el correccional había 56 pandilleros de los cuales 39 son mayores de edad y 17 menores, pese a que el lugar es para rehabilitar a jóvenes. En este sentido, la procuradora adjunta de derechos humanos, Hilda Morales, ha denunciado que en el centro conviven pandilleros condenados a penas de prisión por homicidio, junto a jóvenes que no tienen relación con las pandillas.
Los protagonistas de la revuelta demandaban el regreso de compañeros, el acceso de alimentos y el levantamiento de restricciones a las visitas. Se da la circunstancia que el correccional está situado muy cerca del Hogar Seguro Virgen de la Asunción, donde el 8 de marzo se produjo la muerte de 40 chicas en un incendio en el que otras 18 resultaron heridas con graves quemaduras. Las jóvenes quemaron unos colchones para denunciar los malos tratos y abusos por parte de los responsables del centro. Según las investigaciones, las jóvenes estaban encerradas con llave y no pudieron escapar de las llamas.