El gobierno achaca el desarme de ETA a su derrota y exige su disolución
«La actuación llevada a cabo hoy por la banda terrorista no es más que la consecuencia de su derrota definitiva por la democracia española», ha declarado el gobierno de Mariano Rajoy a través de un comunicado leído por el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, en el que se añade que «ETA está operativamente derrotada, sin futuro» y lo que único que le queda por hacer es anunciar su disolución.
«La actuación llevada a cabo hoy por la banda terrorista no es más que la consecuencia de su derrota definitiva por la democracia española», ha declarado el gobierno de Mariano Rajoy a través de un comunicado leído por el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, en el que se añade que «ETA está operativamente derrotada, sin futuro» y lo que único que le queda por hacer es anunciar su disolución.
Otros partidos e instituciones también han valorado la entrega de las armas a las instituciones francesas por parte de ETA realizada a través de los «mediadores» del proceso de paz. La policía francesa lleva a cabo desde primeras horas de la mañana una operación para localizar los zulos indicados por los etarras e incautarse de las armas, ha informado el ministro del Interior de dicho país, Matthias Feklse. En total, 120 armas de fuego, tres toneladas de explosivo y varios miles de municiones y detonadores escondidas en ocho zulos.
Para el Gobierno español «la única respuesta lógica a esta situación» por parte de ETA «es anunciar su disolución definitiva, pedir perdón a sus víctimas y desaparecer, en vez de montar operaciones mediáticas para disimular su derrota e intentar sacar un rédito político de la misma». En el comunicado se reitera lo que ya anunció este viernes el portavoz y ministro de Educación y Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, en la rueda de prensa del Consejo de Ministros, en el sentido de que ETA no debe «esperar nada del gobierno». «Los terroristas no pueden esperar ningún trato de favor del gobierno y mucho menos impunidad a sus delitos», advierte el texto.
Una medida «positiva»
El resto de las fuerzas políticas han valorado de forma positiva el desarme de ETA aunque con matices. La mayoría ha expresado su deseo de que esta actuación signifique el comienzo de la disolución de ETA. «Supone el paso para avanzar hacia su disolución», ha comentado el ex lehendakari y dirigente socialista, Patxi López.
Para el actual presidente del gobierno vasco del PNV, Íñigo Urkullu, el desarme de ETA «lo que certifica es que ninguna de las víctimas debió producirse». El dirigente nacionalista vasco ha reconocido contactos con los diferentes agentes implicados en este proceso para que «el desarme fuera viable, tuviera un carácter legal, unilateral, completo y sin contrapartidas y llegase bien a puerto». Entre estos interlocutores, el presidente vasco ha citado al gobierno español, las autoridades francesas, el resto de partidos vascos y la Comisión Internacional de Verificación, una estructura que trabaja para la paz aunque sin el reconocimiento de Madrid ni París.
Mientras que el secretario general de Sortu y ex portavoz de la ilegalizada HB, Arnaldo Otegi se ha felicitado por que la entrega de las armas se haya realizado «sin injerencias y sin otras cosas que hubieran podido entorpecer el proceso». «Con este acto de hoy concluye una fase pero hay que poner encima de la mesa los graves problemas que tenemos. Desde mañana tenemos que seguir trabajando por las cuestiones de los presos, las víctimas y la desmilitarización del país«, ha manifestado en declaraciones a los periodistas desde la localidad francesa de Bayona.
«Esta etapa de neutralización de un arsenal de armas y de explosivos es un gran paso«, ha manifestado, por su parte, el ministro de Interior francés, Matthias Felk, en rueda de prensa celebrada después de que ETA entregara a la policía gala la lista con la localización de sus arsenales. «Es un día, sin duda, importante”, ha añadido para precisar a continuación que “por supuesto que pienso especialmente en todas las víctimas, en sus familias, en sus allegados y en particular en los policías y miembros de la Guardia Civil” asesinados durante más de cuatro décadas por los terroristas.