La NASA se prepara para un asteroide que atravesará la órbita de la Tierra
Un asteroide pasará muy cerca de la Tierra el próximo 12 de octubre y la NASA quiere aprovechar la ocasión para poner a prueba sus mecanismos de defensa planetaria. La roca espacial, a la que han bautizado como 2012 TC4 y mide entre tres y nueve metros de diámetro, es ligeramente más grande que la roca que aterrizó en Chelyabinsk (Rusia) en febrero de 2013 y, según las previsiones, no hará contacto con la atmósfera terrestre, quedándose a unos 6.500 kilómetros de distancia.
Un asteroide pasará muy cerca de la Tierra el próximo 12 de octubre y la NASA quiere aprovechar la ocasión para poner a prueba sus mecanismos de defensa planetaria. La roca espacial, a la que han bautizado como 2012 TC4 y mide entre tres y nueve metros de diámetro, es ligeramente más grande que la roca que aterrizó en Chelyabinsk (Rusia) en febrero de 2013 y, según las previsiones, no hará contacto con la atmósfera terrestre, quedándose a unos escasos 6.500 kilómetros de distancia.
“Los científicos siempre han apreciado conocer cuándo un asteroide hará una aproximación y pasará cerca de la Tierra, ya que así pueden prepararse para recoger información y aprender del mismo tanto como sea posible”, ha expresado en un comunicado Michael Kelly, quien lideró las observaciones al 2012 TC4. “En esta ocasión, estamos utilizando el asteroide para comprobar nuestros sistemas de detección y evaluar nuestra capacidad para trabajar en la búsqueda de amenazas reales”.
Los actuales métodos de defensa planetaria se centran fundamentalmente en la vigilancia a través de sus observatorios, lo cual permite perfeccionar las técnicas de protección. Con todo, los sistemas de defensa están trabajando para desarrollar técnicas como la deflexión. Sin ir más lejos, la agencia espacial anunció en junio la primera misión para desviar los asteroides que puedan colisionar con nuestro planeta.
De acuerdo con este plan, los asteroides, tras ser golpeados, cambiarán su órbita y se alejarán de la Tierra. El primer objetivo para esta misión, conocida como Double Asteroid Redirection (DART), es un asteroide de dos cuerpos que podría acercarse a nuestro planeta entre 2022 y 2024, según las mediciones actuales. La NASA pretende golpear la roca especial para comprobar cuánto es capaz de virar el objeto tras la colisión. Andy Cheng, colíder de la misión, defendió su importancia: “DART es un paso fundamental para demostrar que podemos proteger nuestro planeta de un futuro impacto de asteroides”.