El Tribunal Supremo confirma la primera condena por tráfico ilegal de órganos
El Tribunal Supremo ha confirmado este lunes las penas de hasta seis años de prisión por un delito de tráfico ilegal de órganos humanos impuestas por la Audiencia Provincial de Barcelona a cuatro personas que ofrecieron 6.000 euros a un ciudadano marroquí por el trasplante de uno de sus riñones.
El Tribunal Supremo ha confirmado este lunes las penas de hasta seis años de prisión por un delito de tráfico ilegal de órganos humanos impuestas por la Audiencia Provincial de Barcelona a cuatro personas que ofrecieron 6.000 euros a un ciudadano marroquí por el trasplante de uno de sus riñones.
Los condenados son tres miembros de una familia y un amigo que ofrecieron dinero a un ciudadano que se encontraba en una situación irregular en España y que vivía en la mendicidad para que accediera a trasplantar su riñón a uno de los condenados, que estaba enfermo.
El Tribunal Supremo destaca que el delito de tráfico de órganos, que fue introducido en 2010, “no trata solo de proteger la salud o la integridad física de las personas, sino que el objeto de protección va más allá” y explica que la protección está destinada también “a proteger las condiciones de dignidad de las personas, evitando que las mismas por sus condicionamientos económicos puedan ser cosificadas, tratadas como un objeto detentador de órganos que, por su bilateralidad o por su no principalidad, pueden ser objeto de tráfico”.
El donante, que pedía limosna y vivía en una casa ocupada por personas sin techo en L’Hospitalet de l’Infant, Tarragona, aceptó someterse al trasplante por 6.000 euros y acudió al hospital, donde se comprobó que era compatible con el enfermo. Después fue a la notaría para firmar una escritura pública afirmando que era amigo de Toni Radosavljevic, el enfermo, y que haría el trasplante de forma gratuita y por amistad, pero finalmente se arrepintió y se negó a firmar. Por este motivo, el padre de Radosavljevic, su hermano Django y el su amigo Oussama El Khalifi lo buscaron en su vivienda, insultaron y golpearon.
El padre ha sido condenado a seis años y seis meses de prisión por un delito de tráfico de órganos y otro de coacciones. La condena su hijo Django Radosavljevic es de seis años de prisión por tráfico de órganos y otro delito de usurpación de estado civil, pues su hermano recibió el tratamiento en su nombre debido a que no tenía tarjeta sanitaria. Para Toni Radosavljevic, la condena ha sido de cuatro años y medio de cárcel debido al atenuante de ser el receptor. Su amigo ha sido condenado a seis años de prisión por tráfico de órganos.