El juez Velasco propone beneficios penitenciaros para los terroristas a cambio de delaciones
«Me da mucho miedo la reincidencia» de los terroristas, en general, y de los yihadistas en particular, ha admitido este jueves el juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, durante su intervención en la jornada sobre ‘El nuevo escenario del terrorismo en España’
«Me da mucho miedo la reincidencia» de los terroristas, en general, y de los yihadistas en particular, ha admitido este jueves el juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, durante su intervención en la jornada sobre ‘El nuevo escenario del terrorismo en España‘. Organizada en la Universidad de Deusto en Madrid por el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) y el Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo (OIET), además de abordar temas como el proceso de radicalización de los terroristas del Estado Islámico, con datos aportados por Álvaro Vicente, del Real Instituto Elcano, la presidenta de COVITE, Consuelo Ordóñez, ha denunciado la “impunidad” de los actos de enaltecimiento de ETA.
El 52,16% de las diligencias previas en la Audiencia Nacional durante 2016 fueron por terrorismo frente al 41% en 2015. El 40% del trabajo que realiza la Audiencia Nacional tiene que ver con el terrorismo. En 2016 se da por primera vez un vuelco y los asuntos de terrorismo yihadista superan a los de ETA. Estos son algunos datos facilitados por el juez Eloy Velasco durante su intervención en la que se ha centrado en el yihadismo, un fenómeno “absolutamente complejo” que cuenta con una “extenso campo de reclutaje que tiene entre ochocientos y mil quinientos millones de musulmanes” y que, en el caso de España “son más de dos millones repartidos principalmente entre Cataluña, Ceuta, Melilla y Madrid”. El aumento del terrorismo islamista se está dejando sentir sobre todo en África, mientras que en en Occidente, ha subrayado Velasco, es preocupante el creciente número de los “mal llamados lobos solitarios”.
En opinión del juez de la Audiencia Nacional es importante actuar sobre distintos ámbitos para acabar con este tipo de terrorismo. Así, se ha referido a la la necesidad de incidir en la prevención y en la educación de los valores irrenunciables del Estado de Derecho. “Hay que hacer hincapié en la diversidad, en educar en la tolerancia, en la igualdad sexual, religiosa o de raza, en la no violencia, en el no odio, en la integración social y combatir el buenismo y los signos opresores como el burka”.
En su opinión es importante también actuar sobre los ámbitos de la propaganda y la concienciación. “No basta con tener razón, hay que convencer, mejorar el tratamiento informativo” y, sobre todo, “el colectivo musulmán pacífico debe mojarse negando el apoyo al terrorismo yihadista y debe diferenciarse de los radicales”. En este ámbito, Velasco defiende la celebración de jornadas, la publicación de libros y contar con museos de memorias.
Otra área en la que debe trabajarse es en la consideración de las víctimas, en la unidad frente al terrorismo, en la reparación de las víctimas, en la cooperación policial “que permita superar la desconfianza” entre los distintos cuerpos. El juez se ha referido también a la reincidencia destacando que “hemos puesto condenas muy cortas” y es necesario gestionar los beneficios penitenciarios. “Propongo beneficios a cambio de delaciones y de dar una reparación” a las víctimas.
Por último, Velasco se ha referido a la respuesta conjunta internacional que, en su opinión, está siendo positiva. “Creo que hay que seguir trabajando frente al terrorismo y frente a dictaduras belicistas como Corea del Norte”. “Hay que derrotar al ISIS, acabar con el victimismo, con las manipulaciones de la historia”, ha concluido.
Por su parte, el ayudante de investigación del Programa sobre Terrorismo Global del Real Instituto Elcano, Álvaro Vicente, ha dado a conocer un estudio realizado a partir de 178 individuos relacionados con el terrorismo yihadista detenidos entre 2013 y 2016 para dar respuesta a los tres interrogantes que se plantean en los procesos de radicalización. Cuándo, dónde y cómo se producen.
De acuerdo con el trabajo, el 90% son hombres y el 10% mujeres. Tres cuartas partes son personas con edades comprendidas entre los 18 y los 38 años, destacando la presencia de siete menores, “algo inédito”.
Para responder a la pregunta de cuándo se inicia el proceso de radicalización, el estudio establece que la mayoría se ha producdo a partir del 2011, con el estallido de la guerra civil en Siria. Hay 40.000 desplazados a Siria e Irak entre 2013 y 2016 para incorporarse a las filas del Estado Islámico, de los cuales unos 5.000 proceden de Europa. “En torno a 1.900 desde Francia, alrededor de 1.800 salen del Reino Unido y Alemania, y 205 desde España”, ha explicado Álvaro Vicente.
En cuanto a dónde se realiza la radicalización, ésta “no se realiza de forma proporcional” en el territorio español. Se concentran en cuatro áreas: provincia de Barcelona (25%), Ceuta (20%), Madrid y alrededores (20%) y Melilla (13%). En torno al 40% del proceso se realiza online y el 35% de forma virtual.
El caso de ETA
Por su parte, Consuelo Ordóñez, cuyo hermano Gregorio fue asesinado por ETA, ha relatado que la Audiencia Nacional ha dado carpetazo a tres de las últimas denuncias interpuestas por COVITE por supuestos delitos de enaltecimiento a etarras.
“Donde nosotros, los medios de comunicación, los organizadores, los asistentes e incluso los jueces vascos ven un homenaje a un etarra, la Audiencia Nacional ve un acto de expresión familiar de alegría; donde nosotros vemos enaltecimiento del terrorismo, la Audiencia Nacional ve una reivindicación legítima a favor de los terroristas encarcelados. Pedimos a la Audiencia Nacional que haga una interpretación correcta de la jurisprudencia y que no insulte nuestra inteligencia con sus resoluciones”, ha manifestado la presidenta del Colectivo.
Para Ordóñez “ETA ha tratado de imponer un proyecto político totalitario que no se termina con una declaración de fin de la violencia. Homenajear a terroristas en las calles elevándolos a la categoría de héroes no es solo una indignidad, es un peligro para las nuevas generaciones”.