Comienza el juicio contra un exministro francés acusado por dos mujeres de violación
El exministro francés Georges Tron comparece a partir de este martes ante la justicia tras haber sido acusado de violación por dos exempleadas del Ayuntamiento de Draveil.
El exministro francés Georges Tron comparece a partir de este martes ante la justicia tras haber sido acusado de violación por dos exempleadas del Ayuntamiento de Draveil, que dirige desde hace 22 años. En el tribunal de Bobigny, en el norte de la capital, jueces y jurado popular deben determinar si este político de 60 años es culpable de las violaciones y agresiones sexuales a estas dos mujeres 20 años más jóvenes que él, con la complicidad de su exconcejal de Cultura, Brigitte Gruel. Ambos afirman ser inocentes.
«No tengo miedo y espero que el juicio sirva para aclarar muchas cosas que deberían haber sido aclaradas desde hace tiempo», afirmó a AFP este miembro de Les Républicains (derecha) y exsecretario de Estado de la Función Pública de 2010 a 2011.
El escándalo estalló en mayo de 2011. Tron dimitió del Gobierno tras haber sido acusado por dos exempleadas municipales del ayuntamiento de Draveil, localidad de 30.000 habitantes al sur de París que dirige desde 1995. Virginie Ettel y Eva Loubrieu describieron como Tron comenzaba por hacerles masajes que después se convertían en tocamientos y penetraciones digitales, entre 2007 y 2010. Paralizadas ante la actitud de su jefe, afirmaron haber sido incapaces de oponer resistencia.
«Vivieron un infierno«, sin el «apoyo del que pueden beneficiarse las víctimas que denuncian actualmente», ha afirmado el abogado de una de ellas. Tron, por su parte, se declara víctima de un complot de la extrema derecha local, afirmando que las denunciantes mantenían contactos con la familia política de la presidenta del ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen. «Los oponentes políticos de Tron utilizaron su práctica de la reflexología para hacer creer que es un fetichista con tintes criminales«, declaró su abogado, Antoine Vey.
En 2013, tras dos años y medio de investigación, dos jueces de instrucción habían dictado el sobreseimiento del caso. Pero al año siguiente, la sala de instrucción de la corte de apelación de París, a la que recurrieron las demandantes, finalmente mandó el caso ante el tribunal pese a la petición de sobreseimiento de la fiscalía.