El juez belga que examina la extradición de Carles Puigdemont y los cuatro exconsellers fugados –Clara Ponsatí, Antoni Comín, Lluís Puig y Meritxell Serret– ha determinado en la vista de este jueves la retirada de los cargos contra ellos en Bélgica. Los acusados se encuentran en ese país desde finales de octubre y sobre ellos pesaban sendas órdenes europeas de detención hasta la semana pasada, cuando el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena ordenó que las retirasen para que no se rompiese la continencia de la causa.
No obstante, en cuanto alguno de ellos entre en España será detenido en las mismas condiciones que los otros imputados por el proceso independentista. En estos momentos, los investigados por presuntos delitos de sedición, rebelión, malversación de fondos públicos, desobediencia y prevaricación que siguen en prisión son el exvicepresident de la Generalitat Oriol Junqueras, el exconseller Joaquim Forn y los líderes soberanistas Jordi Sànchez y Jordi Cuixart.
Ni Carles Puigdemont ni los cuatro ex consellers han comparecido personalmente a la vista, sino que en su lugar han acudido sus abogados, comprendiendo que se trata únicamente de un trámite, tal y como informa EFE.
La misma agencia ha informado que el juez Llarena no permitirá que ni el expresident ni los exconsellers se personen en la causa que instruye contra el Govern cesado ni tengan acceso a las diligencias hasta que no regresen a España. Así, Llarena habría desestimado el escrito de la defensa de los investigados en los que pedía su personación en tanto que éstos no se encuentran a disposición de la Justicia española.
De esta forma, el juez ratifica la decisión que tomó en este mismo sentido la antigua instructora de la causa en la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, quien, después de derivar al Supremo la causa contra el Govern cesado y los Jordis, únicamente se ha quedado con la parte de la investigación que afecta a los Mossos y al exjefe de este cuerpo policial Josep Lluís Trapero.