La NASA obtiene pruebas de la recuperación de la capa de ozono
Un grupo de científicos ha obtenido por primera vez «pruebas directas» para la recuperación de la capa de ozono, a través de instrumentos diseñados por la NASA y que se encuentran a bordo del satélite Aura, han informado fuentes de la agencia aeroespacial de Estados Unidos.
Un grupo de científicos ha obtenido por primera vez «pruebas directas» de la recuperación de la capa de ozono, a través de instrumentos diseñados por la NASA y que se encuentran a bordo del satélite Aura, han informado fuentes de la agencia aeroespacial de Estados Unidos.
Los datos obtenidos durante la observación muestran una reducción significativa en los niveles de clorofluorocarbonos (CFC), lo que habría provocado una reducción de cerca del 20% en el deterioro de la capa de ozono. Aseguran que esto se debe a las medidas tomadas por el Protocolo de Montreal de 1987 que han ayudado a reducir la porción de esta sustancia tóxica.
«Hemos podido ver claramente que el cloro de los CFC se está reduciendo en el agujero de la capa de ozono, y que la pérdida de ozono se está frenando por ello», ha declarado Susan Strahan, responsable del proyecto y científica atmosférica de la NASA en el Centro Goddard de Vuelo Especial de Greenbelt, en Maryland.
En septiembre del año pasado, la NASA informó que el tamaño del agujero había sido el más pequeño desde 1988, con una extensión máxima de 19,6 millones de kilómetros cuadrados. El agujero en la capa de ozono se detectó en 1985, cuando el reflejo de la luz del sol provocó reacciones químicas dañinas para el ozono.
NASA sees definitive evidence of the Montreal Protocol’s success in shrinkage of the ozone hole: https://t.co/TYhbgxHMV3 via @NASAEarth pic.twitter.com/1zuXsAbWsF
— NASA Goddard (@NASAGoddard) 5 de enero de 2018
Hace 30 años, la importancia de la capa de ozono llevó a que la comunidad internacional firmara el Protocolo de Montreal sobre las Sustancias Dañinas para la Capa de Ozono, con objeto de regular este tipo de compuestos. Se espera que para el año 2070 el agujero haya recuperado los niveles de 1980, ya que se prevé que los clorofluorocarbonos continúen decreciendo.
El ozono actúa como un elemento esencial en la atmósfera, ya que ejerce de una capa protectora natural a altas altitudes ante las radiaciones ultravioletas dañinas para los humanos y las plantas.