La defensa del fundador de Megaupload cuestiona la legalidad de su arresto
Los abogados del fundador de Megaupload, Kim Dotcom, que cuestionaron la validez de su arresto en 2012, han afirmado este lunes en su alegato que las autoridades neozelandesas ocultaron al juez información importante para obtener la orden. Más de seis años después de que la policía armada entrara a la mansión de Kim Dotcom para arrestarlo, aún continúa la batalla judicial para determinar si el «titán» de internet será extraditado a Estados Unidos.
Los abogados del fundador de Megaupload, Kim Dotcom, que cuestionaron la validez de su arresto en 2012, han afirmado este lunes en su alegato que las autoridades neozelandesas ocultaron al juez información importante para obtener la orden. Más de seis años después de que la policía armada entrara a la mansión de Kim Dotcom para arrestarlo, aún continúa la batalla judicial para determinar si el «titán» de internet será extraditado a Estados Unidos.
El acusado, cuyo verdadero nombre es Kim Schmitz, ciudadano alemán de 44 años, está acusado de piratería online a gran escala por las actividades del portal Megaupload, que fue desactivado por las autoridades. Si Dotcom es finalmente extraditado a Estados Unidos, se enfrentaría a penas de hasta 20 años de cárcel por cargos de fraude, extorsión y blanqueo de dinero.
Tanto Dotcom como otros tres cofundadores de Megaupload acusados, Finn Batato, Mathias Ortmann y Bram van der Kolk, niegan los cargos y cuestionan a la justicia la legitimidad de su arresto, ante el Tribunal de Apelaciones de Wellington, Nueva Zelanda.
El abogado Grant Illingworth, que representa a Ortmann y a Van der Kolk, ha dicho que las autoridades neozelandesas ocultaron información crucial cuando solicitaron la orden de arresto antes de redada.
Por otra parte, el letrado ha afirmado que la petición enviada al juez de distrito no reveló que el servicio de inteligencia neozelandés GCSB había espiado ilegalmente a Dotcom. Según Illingworth, el juez debería haber conocido este antecedente. «Nosotros afirmamos que hubo una conducta engañosa en esta etapa porque no hubo referencia al hecho de que la información había sido recogida ilegalmente por el GCSB», ha afirmado.
El primer ministro de entonces, John Key, se disculpó ante Dotcom cuando se reveló que había sido espiado, admitiendo que como residente en Nueva Zelanda el GCSB no tenía el derecho. Esta previsto que el examen del recurso dure una semana, pero el tribunal puede tardar meses en tomar una decisión.
Megaupload fue pionera en el mercado de las páginas de archivos compartidos, que llegó a tener unos 50 millones de usuarios diarios en su mejor época en 2011, y acaparaba un 4% del tráfico mundial de Internet.
Muchos de los archivos que se compartían eran películas y música protegidos por las leyes de propiedad intelectual, considerándose ilícita la distribución de estas obras.
Las autoridades estadounidenses consideran que los acusados obtuvieron cerca de 175 millones de dólares en beneficios y que causaron perjuicios por 500 millones a los dueños por la distribución de sus contenidos, comprendidos desde obras musicales, cinematográficas hasta otros productos digitales pirateados.
Sin embargo, han surgido en Internet alternativas como los servicios de «streaming» que siguen planteando un gran desafío a las autoridades estadounidenses. Una condena contra una figura como Dotcom podría tener un efecto disuasivo, según el FBI y el Departamento de Justicia, informa AFP.