Un pasajero enfermo de un avión tiene un 80% de posibilidades de contagiar a quienes están cerca
La probabilidad de ser contagiado por un pasajero enfermo en un avión es muy elevada únicamente para las personas que se sientan delante, detrás o junto a la persona infectada, según un estudio realizado por investigadores estadounidenses y publicado en la revista PNAS (Proceedings of the National Academy of Science).
La probabilidad de ser contagiado por un pasajero enfermo en un avión es muy elevada únicamente para las personas que se sientan delante, detrás o junto a la persona infectada, según un estudio realizado por investigadores estadounidenses y publicado en la revista PNAS (Proceedings of the National Academy of Science).
La publicación concreta que «los pasajeros sentados a menos de una fila y menos de dos asientos laterales» de la persona enferma «tienen una probabilidad de al menos 80% de ser infectados«. «Para todos los demás pasajeros, la probabilidad de contaminación es menos del 3%«, agrega.
El estudio realizado por investigadores de la Universidad de Emory y el Instituto de Tecnología de Georgia es el primero en cuantificar las probabilidades de enfermar por la proximidad a un pasajero enfermo Tradicionalmente, las órdenes de salud pública requieren que los pasajeros sentados en hasta dos filas de distancia de una persona infectada con ciertas enfermedades contagiosas sean evaluadas, para evitar posibles contagios.
Si alguien tose, no contamina a todo el avión
Por otra parte, este análisis «va en contra de la creencia popular de que si una persona tose o estornuda en cualquier lugar de la cabina contaminará a todo el avión», ha dicho Robert Glatter, médico del Hospital Lenox Hill en Nueva York, que no ha participado en este estudio.
Los investigadores analizaron diez vuelos en Estados Unidos y rastrearon minuciosamente los movimientos de pasajeros para determinar la probabilidad de infecciones tales como el síndrome respiratorio agudo severo (SARS) o la influenza que se transmiten por pequeñas gotas en el aire y en las superficies.
Las muestras tomadas de estantes y cinturones no mostraron rastros de virus, lo que sugiere que la mayoría de las enfermedades se transmiten al estornudar o toser. «La atención meticulosa al lavado de manos o el uso de desinfectante de manos son formas importantes de reducir el riesgo de enfermarse mientras se viaja en avión», explica Glatter.
Los investigadores también han advertido que los tripulantes podrían infectar a un promedio de 4,6 pasajeros por vuelo. Por tanto, «es imperativo» que «no vuelen cuando están enfermos«, advierte el estudio, recogido por la agencia AFP.