La nueva robot sexual que te rechaza si está cansada o la tratas sin modales

Los robots sexuales serán capaces de decir no. El inventor del robot sexual Samantha, llamado Sergi Santos, está trabajando en una versión dotada de inteligencia artificial que se negará a acostarse con su propietario en determinadas circunstancias. La ‘nueva’ Samantha se apagará –literalmente– si siente a través de su piel que el usuario la toca con agresividad o sin respeto.

Al mismo tiempo, el robot entrará en una fase poco receptiva si está aburrida de cómo la trata su amante potencial. El desarrollador español ya ha demostrado la efectividad de su nueva obra para rechazar la violencia sexual en una presentación realizada en el Centro de Ciencia de la Vida en Newcastle, Inglaterra.

Santos confía en que su producto tenga un mercado mundial y establece el precio en cerca de 4.000 euros. El robot sexual tiene capacidad para mover manos, caderas y cabeza gracias a un motor, responde a las caricias y cuenta con distintos modos de configuración: romántico, familiar o sexual en diferentes grados.

El inventor catalán, que estudió nanotecnología en Leeds, asegura que los robots sexuales salvaron el matrimonio con su pareja, con quien lleva 16 años saliendo, ante la falta de deseo sexual de ella. “Un hombre quiere sentirse deseado por su mujer. Y si siente que su pareja no disfruta plenamente, acaba aborreciendo el sexo. Así que si tengo una muñeca, nunca me divorciaré por falta de sexo”, declaró en la cadena Barcroft TV.

Por su parte, la profesora Kathleen Richardson, líder de una campaña contra los robots sexuales, denunció en unas declaraciones para Daily Mail que Samantha se trata de “una extensión de la pornografía y la prostitución” y “una pérdida de dinero que se podría destinar en cosas mejores”.