Condenada a cadena perpetua Nahir Galarza, la joven argentina que mató a su novio
Nahir Galarza, de 19 años, fue condenada a cadena perpetua como autora del asesinato de su exnovio Fernando Pastorizzo, ocurrido el 29 de diciembre pasado en Gualeguaychú, Argentina.
Nahir Galarza, de 19 años, ha sido condenada a cadena perpetua como autora del asesinato de su exnovio Fernando Pastorizzo, ocurrido el 29 de diciembre pasado en Gualeguaychú, Argentina.
Los jueces la han sentenciado por homicidio calificado por la relación de pareja que tenía con la víctima. El tribunal ha desestimado los agravantes de alevosía y de uso de arma de fuego planteados por la Fiscalía y la querella. También que la imputada hubiera sido víctima de violencia de género, como decía su defensa, según el diario argentino La Nación.
El padre de la víctima, Gustavo Pastorizzo, ha celebrado la decisión. También ha añadido: «La única vencedora es la justicia. Hoy triunfó la justicia, triunfó la verdad». Los detalles y fundamentos de la sentencia serán dados a conocer el 24 de este mes. El veredicto ha sido unánime.
En su declaración, el magistrado sostiene que había quedado «destruida la hipótesis de la defensa de que los disparos fueron involuntarios». Por su parte, la joven no estaba presente al momento del veredicto y, según su psicóloga, ha estado muy «angustiada».
De acuerdo con el tribunal, no se han encontrado «circunstancias extraordinarias de atenuación» que supusieran «una grave perturbación por elementos externos» capaz de haber contribuido al resultado criminal. Tampoco ha quedado comprobado que Galarza hubiese sido víctima de violencia de género, como había denunciado.
La relación de pareja bastó para encuadrar el hecho como un homicidio calificado por el vínculo, para el cual solo corresponde la pena de prisión perpetua, según el Código Penal argentino, añade La Nación.
La acusada había alegado días antes que se trató de un accidente. «Soy la única que estuvo ahí y puedo asegurar que fue todo rápido, feo, que ninguno de los dos tuvo tiempo de nada, que fue un accidente». La Justicia no le creyó y selló su suerte con una cadena perpetua.