Doce años de cárcel para el activista y periodista chino Huang Qi
Un tribunal condena al disidente por «filtrar secretos de Estado nacionales y proporcionar secretos de Estado a entidades extranjeras»
Un «ciberdisidente» chino, Huang Qi, cuyo portal de internet 64 Tianwang informa sobre temas delicados en su país como los derechos humanos, ha sido condenado este lunes a 12 años de prisión por filtrar secretos de Estado, ha indicado un tribunal, citado por varias agencias. Huang Qi fue hallado culpable de «filtrar secretos de Estado nacionales y proporcionar secretos de Estado a entidades extranjeras», según el comunicado del Tribunal Intermedio del Pueblo de Mianyang, que añade que el «ciberdisidente» será privado de sus derechos políticos por cuatro años y deberá pagar una multa de 20.000 yuanes (unos 2.600 euros).
De 56 años, Huang Qi es un veterano de la disidencia en China. En la mira de las autoridades desde el año 2000, dirigió el portal internet 64 Tianwang —bloqueado en el país— para recordar el sangriento aplastamiento del movimiento de protesta de la plaza Tiananmen en Pekín el 4 de junio de 1989 (hecho conocido en China por la fecha «6-4»), informa AFP. El disidente, que se encuentra en mal estado de salud, según organizaciones de defensa de los derechos humanos, fue detenido en 2016, poco después de haber obtenido el premio de Reporteros Sin Fronteras (RSF)-TV5 Monde a la libertad de prensa.
Huang Qi ya había ganado en 2004 el premio RSF al ciberdisidente tras haber sido condenado cuatro años antes. En ese momento, fue el primer opositor chino en purgar una pena de prisión por utilizar internet con fines políticos. En 2009 fue condenado nuevamente, esta vez a tres años de prisión, tras haber denunciado el mal estado de la construcción de las escuelas que se derrumbaron el año anterior en el sismo en Sichuan y que dejaron 87.000 muertos y desaparecidos.
La organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) ha lamentado que la familia del condenado no haya sido informada del veredicto. AI y otras organizaciones han denunciado en el pasado que Huang ha sufrido agresiones durante su tiempo en cautiverio, acusación habitual por parte de los activistas, periodistas y abogados de derechos humanos que pasan por los centros de detención chinos, informa Efe. En mayo pasado, defensores de derechos humanos alertaron de que el activista «podría morir en prisión en cualquier momento». Y a finales del pasado diciembre, la ONU ya pidió al Gobierno chino «la inmediata liberación de Huang (…) de acuerdo con las leyes internacionales», debido a su delicado estado de salud.
La pena más dura aplicada a un opositor político desde la llegada al poder del presidente, Xi Jinping, corresponde a Qin Yongmin, condenado el año pasado a 13 años de cárcel por «subversión».