Purificar la orina de los astronautas en futuras misiones para generar agua y, si es posible, energía con la que alimentar algún instrumental a bordo es el objetivo de un proyecto que se realizará en la Estación Espacial Internacional de la NASA con una aportación tecnológica del Instituto de Electroquímica de la Universidad de Alicante.
En contexto: este centro es pionero a nivel mundial en el estudio de nanomateriales de platino para el proceso de oxidación de amoniaco —su primera publicación al respecto data de 2004— y se llevaron a cabo entre 2015 y 2016, con resultados positivos, experimentos en condiciones de microgravedad dirigidos a obtener el agua de la orina de los astronautas con un innovador catalizador.
Los investigadores del citado instituto, José Solla Gullón, Francisco José Vidal Iglesias y Roberto Martínez han desarrollado unos nanomateriales para su empleo como electrocatalizadores que han sido incorporados a un dispositivo electroquímico diseñado por la Universidad de Puerto Rico Río Piedras, que trabaja directamente con la NASA.
Este equipo electroquímico será enviado a la Estación Espacial Internacional (ISS) desde la costa de Virginia (Estados Unidos), para realizar experimentos como parte del proyecto relacionado con la purificación de orina en el espacio.
Solla Gullón ha revelado que la finalidad de los ensayos previstos en la ISS, en los que los electrocatalizadores se usarán para estudiar la reacción de oxidación de amoniaco, es evaluar la eficacia y rendimiento del dispositivo electroquímico en condiciones reales (ingravidez) y en tiempos largos.
El científico ha explicado que la orina humana, tras ciertas fases de purificación, se transforma en amoniaco, que es susceptible de ser eliminado con un proceso electroquímico que emplea los nanomateriales fabricados por la UA y compuestos por nanocubos de platino.
Solla Gullón ha precisado que, en las pruebas programadas en la Estación Espacial Internacional, no se usará la orina de los propios astronautas, pues el equipo que se mandará allí llevará unas disoluciones de amoniaco que simulan la composición similar que tendría la orina después de haber pasado por etapas previas de purificación.
De obtener unos resultados satisfactorios, se realizaría en una fase posterior un prototipo con la idea de integrarse en el sistema de reciclaje de orina de los astronautas para generar agua y, si se diese el caso, energía para alimentar algún instrumental a bordo.
Esta tecnología, según Solla Gullón, resulta de gran importancia para misiones largas, como puede ser un viaje a Marte o un período prolongado en estaciones espaciales. «Es un orgullo poder llevar el conocimiento generado y desarrollado en la Universidad de Alicante a la Estación Espacial Internacional», ha apuntado el investigador.