Las autoridades de Singapur han aprobado la regulación que abre la puerta a la venta de carne cultivada en laboratorio, según informa este miércoles la compañía Eat Just, y se convierte en el primer país del mundo en permitir este producto.
Lo más importante: el fabricante, con sede en la ciudad estadounidense de San Francisco, podrá vender bocaditos de pollo elaborados a través del cultivo de células y que evita el sacrificio de animales.
La Agencia para la Seguridad Alimenticia de Singapur realizó un extenso análisis sobre el producto para asegurar que es un alimento apto para el consumo, apunta en un comunicado Eat Just, que ha creado la marca Good meat para el comercio en el país asiático.
La empresa emergente asegura que su producto es más saludable y sostenible que la carne de pollo animal y que sus científicos y expertos han trabajado durante meses para elaborar la documentación sobre el proceso de producción.
«Se incluyeron detalles sobre la pureza, identidad y estabilidad de las células de pollo durante el proceso de fabricación, así como una descripción detallada del proceso de elaboración que demostró que el pollo cultivado recolectado cumplía con los controles de calidad del riguroso sistema de control de seguridad alimentaria», remarca.
Eat Just también ha anunciado un plan para construir y operar una planta de producción en Singapur para satisfacer la demanda de su producto. «Singapur es desde hace tiempo líder en innovación, desde tecnología a productos biológicos, y ahora también lidera el desarrollo de un sistema alimentario más saludable y seguro. Estoy convencido de que la aprobación regulatoria en Singapur para la carne cultivada será seguida por muchos otros países», apunta en el comunicado Josh Tetrick, director ejecutivo de la compañía.