Kalashnikov lanza una escopeta inteligente para «hipsters y la generación Z» que graba y transmite en directo

El fabricante ruso Kalashnikov nos tiene acostumbrados a lanzar armas de lo más sorprendentes, como sus robots de combate autónomos basados en Inteligencia Artificial o su rifle asesino de drones y smartphones. Ahora, no ha vuelto a defraudar y ha sacado al mercado la escopeta MP-155 Ultima, un arma inteligente y conectada que graba y transmite en directo y que está dirigida al público hipster y la generación Z. Lejos queda ya su icónico fusil AK-47, una de las armas más fiables y más extendidas por el mundo, y la preferida de algunos cuerpos policiales y grupos terroristas, por igual.

Las claves: el consorcio ruso Kaláshnikov busca ocupar un nicho en el campo del Internet de las cosas. Esta escopeta inteligente, que cuesta menos que un iphone de última generación, está dotada de un procesador que controla la cuenta de disparos e informa de la cantidad cartuchos restantes, una brújula, un alza colimadora, una pantalla digital y una videocámara que permite al usuario grabar sus disparos y compartirlos directamente desde el arma –por wifi– a cualquier smartphone u ordenador.  Su precio estimado, 1.116 euros.

«El objetivo es atraer a la parte de la población que nació con dispositivos y no se puede imaginar a sí mismos sin ellos», ha explicado Dmitri Tarásov, director general de Kaláshnikov, en una entrevista concedida a RBC. «La caza clásica se está volviendo una cosa cada vez más rara, incluso extravagante. Por lo tanto, me gustaría involucrar a hípsters y a miembros de la generación Z».

Con 4,2 kg de peso, esta escopeta inteligente de Kalashnikov cuenta con un puerto USB en uno de sus extremos para cargar su batería, mide un metro de largo con la culata y tiene capacidad para 7 cartuchos (incluida la recámara) del calibre 12/76 lo que le permite un alcance efectivo para los disparos entre los 50 y los 70 metros.

Kaláshnikov está en plena transformación desde la llegada de accionistas privados en 2014. La compañía, conocida por sus armas de guerra y por el nombre del inventor del AK-47, Mijaíl Kaláshnikov, se ha dedicado desde entonces a los drones, los yates y los gadgets de todo tipo.

«Quiero que la gente tenga realmente un arma responsable y que al mismo tiempo les procure emoción (…) ¿por qué no disfrutar de la adrenalina y el placer de este tipo de pasatiempo?», ha defendido Tarásov.