¿Cómo regular los nuevos desarrollos tecnológicos que afronta la humanidad?

La irrupción de las nuevas tecnologías en la sociedad ha dejado un vacío regulatorio que puede afectar al avance de nuestras economías. Si el ingenio humano no se frena, el poder público muy a menudo va por detrás a la hora de adaptarse a los grandes retos que afectan a la humanidad. Un nuevo libro, Diez retos tecnológicos,
sociales y políticos: una visión regulatoria, escrito por Roger Montañola e Ignasi Belda, y editado por la consultoría Llorente y Cuenca, intenta aportar soluciones en este campo.

«La regulación está por detrás de los desarrollos que nuestra sociedad está viviendo. Los próximos años serán cruciales para establecer leyes que tienen el potencial de determinar cómo avanzarán nuestras economías en las próximas cinco décadas» asegura Montañola.

En una coyuntura de grandes cambios e importantes desafíos, ¿tenemos realmente la capacidad para hacerles frente? La tesis del libro es que «como individuos sí, pero desde las instituciones parece que no». Con esta base, los autores abordan la inteligencia artificial y su creciente presencia en el día a día, con un papel cada vez más activo en la realización de actividades reservadas a las
personas. Así como la modificación de la especie humana: cómo sus usos pueden ser peligrosos y se trata de un reto cargado de cuestiones éticas.

Montañola y Belda también dedican un capítulo al cambio climático y la sostenibilidad, que incluye la dificultad de controlar y regular este fenómeno. Hemos visto cómo las apps han hecho emerger un mercado relacionado con «la nueva movilidad», con varias plataformas de patinetes o coches eléctricos que invaden las urbes más importantes del mundo. En este libro, describen este «desarrollo tanto de un transporte eficiente y respetuoso con el medio ambiente como modos de movilidad compartida» y sus retos para encajar en el paisaje urbanístico.

Economía colaborativa

Otro de los «frentes» sin abarcar por parte del sector público es el modelo de negocio de la llamada «economía colaborativa»: la fiscalidad, la competencia y la protección de los consumidores son ámbitos que hay que regular.

En la misma línea, la tecnología ha afectado el modo en el que nos relacionamos, desde la mensajería instantánea hasta las redes sociales y su capacidad de alcance. Son nuevos «patrones sociales» que quedan lejos de los burocráticos y rígidos protocolos que todavía son mayoritarios en otros ámbitos institucionales.

Todos estos retos afectan directamente a la política, por ejemplo, la «alimentación global»: el crecimiento poblacional y la gestión de los recursos hídricos pueden ser el origen de futuros conflictos internacionales, sostienen en el libro. Asimismo, con los nuevos materiales se abren cuestiones de propiedad intelectual relacionadas con el desarrollo de nuevos materiales derivados, por ejemplo, de la impresión 3D.

Este acelerón del sector privado en la tecnología se observa en la exploración espacial. A día de hoy la carrera espacial está encabezada por empresas privadas, lo que ha dado lugar a dilemas relacionados con la colonización espacial. Por último, la gobernanza global es otro de los asuntos que preocupa a los autores: los retos a los que se enfrenta la sociedad han pasado de
plantearse a nivel estatal para ser considerados globales.

El libro editado por LLYC está prologado por el presidente de la consultora de comunicación, marketing digital y asuntos públicos, José Antonio Llorente. La publicación se presenta este martes por la tarde en la sede de la firma en Madrid.