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ChatGPT se asoma al negocio del amor

Las aplicaciones de citas generaron más de 41 millones de dólares en España en 2021, pero la inteligencia artificial ya está yendo más allá.

ChatGPT se asoma al negocio del amor

Chat GPT Imagen | Mateusz Slodkowski (Europa Press)

El amor en los tiempos del ChatGPT. ¿Titularía más o menos así García Márquez una versión actualizada (2.0, más bien) de su homenaje al amor auténtico e inmarcesible? En las nuevas páginas (o la pantalla equivalente), los amantes contrariados no se engolfarían tanto en el olor a almendras amargas como en el fluir incesante de perfiles anodinos en una pantalla. El hastío… Termina febrero y la buena noticia es que hemos sobrevivido. El martes de los meses. El horror. Por si el frío, el tedio y el remate de la cuesta de enero no fueran suficiente, en mitad de su tránsito cansino (al menos tienen menos días, Dios aprieta, pero no ahoga) volvió a aparecer la bisagra absurda de San Valentín, con su desbordamiento de datos sobre la mercancía última: el amor. Lo último, por supuesto, consiste en vender hasta la náusea las aplicaciones de citas. Al parecer, en 2021 generaron más de 41 millones de dólares en España. El país de Bécquer y Pedro Salinas

Atentos a la tendencia y la consecuente oportunidad, escuelas de negocio y centros tecnológicos varios, todos a una, analizan el fenómeno de la mercantilización definitiva del sentimiento más sublime. Veamos. 

Immune Technology Institute, por ejemplo, se define como un «hub generador de talento en el sector tecnológico a nivel europeo» y ha decidido reflexionar sobre «cómo los propios usuarios pueden proteger su información personal en este tipo de aplicaciones». 

Comienza acotando, muy coloquialmente, el campo de estudio: «Las webs y aplicaciones para ligar se han ido multiplicando y algunas cuentan con un sistema más clásico, otras funcionan a través del famoso sistema de match y en otras sólo las mujeres pueden abrir conversación». A continuación, el dato: efectivamente, en España estamos enganchados. Nuestro país «se sitúa como uno de los países que más usa este tipo de aplicaciones (12,83)». Por último, el negocio resultante: la cifra antes mencionada de los más de 41 millones de dólares generados en 2021, que adjudican a Statista. 

De propina, un dato de una fuente menos neutral. Según asegura el portal Bodas.net (imagine a qué se dedica…), «una de cada seis parejas que se casan en España se conocieron por internet. Los datos se obtuvieron a partir de más de 2.700 respuestas facilitadas por usuarios nacidos entre 1981 y 2010».

A continuación, la advertencia. Lejos quedan los tiempos del «póntelo, pónselo». Los virus del amor ahora más de moda tienen que ver, por supuesto, con los datos. «Si tenemos en cuenta que muchas de estas aplicaciones tienen acceso a funcionalidades adicionales del dispositivo móvil como la cámara, la galería, el micrófono, o la localización GPS, el riesgo de sufrir un robo de datos se agrava, lo que las lleva a ser muy innovadoras en temas de ciberseguridad», explica Miguel Rego, director del área de Ciberseguridad de Immune Technology Institute.

El modelo de negocio de las alcahuetas ha evolucionado bastante desde los tiempos de La Celestina. Las aplicaciones para ligar funcionan con una tecnología big data basada en modelos de recomendación. A través de la información proporcionada por los usuarios, buscan perfiles similares… por lo que al registrarse hay que incluir fotos e información personal como la edad, la nacionalidad, las aficiones o la distancia a la que se encuentran. El maná de la publicidad. Información altamente monetizable. Mientras encuentras (o no) al amor de tu vida, a alguien le puede interesar venderte unas cacerolas, un móvil nuevo o un billete de avión a ese destino con el que rellenas el apartado «Mi viaje romántico ideal sería…»

«La aplicación ofrece a los usuarios un conjunto de personas compatibles listadas según la deseabilidad que el algoritmo supone tendrán para nosotros. Un factor determinante es la información obtenida en los swipes de sus usuarios, es decir, los casos en los que decidimos conocer más sobre o interactuar con los candidatos propuestos. De esta forma el algoritmo aprende sobre nuestros gustos y preferencias a medida que utilizamos la aplicación. Hay que tener en cuenta que los swipes, en teoría, se basan en algo más que el atractivo. Técnicamente representan una amalgama de las cualidades que una persona muestran en su perfil. Su descripción, el trabajo o los estudios de una persona, complementan con información las imágenes y fotográficas a la hora de recomendarnos un futuro match», explica Ángel Galán, director del Área de DataScience e Inteligencia Artificial en Immune.

Pero incluso esta nueva versión del enamoramiento puede estar quedando obsoleta. Una escuela de negocios que está ganándose ya un prestigio en estos lares tecnológicos como The Valley mencionaba el ubicuo «ChatGPT» como uno de los nuevos paradigmas del ligoteo moderno. Tras citar un estudio de la Universidad de Stanford de 2019 según el cual el 40% de las parejas se había conocido por internet, «dato que durante 2020 y los años posteriores se disparó», los expertos de The Valley confirman que «la llegada de tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial han supuesto un gran avance también en las relaciones amorosas».  

Aparte de todo lo ya mencionado anteriormente sobre los algoritmos de las apps al uso, desde The Valley recuerdan que «ChatGPT está marcando un antes y un después en el uso de la inteligencia artificial»… incluso en un terreno tan íntimo como el amoroso. «Puedes utilizarlo para crear una carta de amor original [sic] y personalizada según la información que le indiques, un poema o incluso puede ayudarte a descifrar sentimientos si eres tú la persona afortunada que ha recibido un mensaje de amor, ya que además de generar textos también es capaz de mejorar el procesamiento del lenguaje detectando sentimientos o interpretar imágenes y fotografías».

Un Cyrano de Bergerac, una Celestina y un psicoanalista argentino por el precio de… Bueno, de momento, ChatGPT es gratis, pero a cambio estamos alimentando al monstruo. 

Hasta el punto de sumar, incluso, la faceta definitiva a la del trío antes mencionado. ¿Llegará el punto en que la inteligencia artificial no nos ayude a encontrar nuestro amor ideal, sino que lo encarne? Samantha Delouya contó en Business Insider  la historia de un tipo que asegura haberse enamorado de su versión del ChatGPT, a la que ha llamado Brooke. 

En realidad, se trata de una evolución muy especial de ChatGPT llamada Replika. Nacida en 2017 en Silicon Valley, como mandan los cánones, usa el mismo sistema, el Y Combinator (que en su día dirigió Sam Altman, consejero delegado de OpenAI, empresa responsable de ChatGPT) para crear avatares customizados al gusto del usuario. Aunque es gratuito, ingresa unos dos millones de dólares al mes gracias a los extras. 

El enamorado del reportaje de Business Insider, por ejemplo, tiene una «suscripción Pro», que ofrece a los usuarios «un modelo de lenguaje más inteligente y la opción de hacer llamadas de voz, realidad aumentada y sexting». Esto último, por cierto, consiste en mandarse mensajes eróticos o directamente pornográficos. 

La ciencia ficción ya lo había previsto, por supuesto. La película que más se acerca a la experiencia que cuenta Business Insider quizá sea Her, con la voz maravillosa de Scarlett Johansson enamorando perdidamente a Joaquin Phoenix y a cualquier espectador con un poco de sangre en las venas. Se estrenó en 2014. Ya no parece tan futurista.   

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