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Los nuevos cazas Eurofighter y los lanzamisiles SILAM serán el impenetrable muro sur europeo

El conjunto será un duro contrincante para los sistemas que deseen penetrar una de las defensas más avanzadas

Los nuevos cazas Eurofighter y los lanzamisiles SILAM serán el impenetrable muro sur europeo

Un montaje de un Eurofighter español.

Va a ser infranqueable. Pero si la gran muralla china se hizo para evitar invasiones, la que van a crear en el aire entre los nuevos Eurofighter del Ejército del Aire, y los lanzamisiles SILAM del de Tierra, será inexpugnable, al menos por encima de nuestras cabezas.

En Europa, y desde la Segunda Guerra Mundial, vivimos uno de los periodos de paz más largos de nuestra historia. En los últimos siglos, ha sido raro no encontrar naciones a la gresca en algún momento, pero tras la implantación de la OTAN y la Unión Europea, esto es algo que nos resulta lejano. Sin embargo, Vladimir Putin ha metido miedo.

Si había planes poco firmes para ampliar las inversiones y gastos en defensa, desde la invasión de Ucrania, muchos programas se han acelerado, han despejado sus dudas, o han adquirido velocidad. España, delegada geográfica del límite sur de Europa, está dando pisando el acelerador a la hora de poner lo que le toca.

El Ministerio de Defensa está comprando de lo mejor que hay en el mercado para reforzar el flanco sur de la OTAN, que no es otra cosa que la costa mediterránea. Con diversos programas en marcha, hay dos que en fechas recientes han subido un escalón: el Halcón II encargado de adquirir 25 cazas Eurofighter y el del sistema móvil de lanzamisiles SILAM.

Un sistema lanzamisiles SILAM. | GMW

Sin frontera terrestre con posibles amenazas, y las cuestiones navales atendidas por otros programas, estos dos y de manera conjunta serán los encargados de negar el espacio aéreo a lo que pueda llegar procedente del sur. El fin último no es otro que impedir el acceso de aeronaves, drones o misiles por aire desde el mar o tierra firme más allá del Mediterráneo.

El programa más ambicioso, anunciado hace ya tiempo, se ha firmado hace unos días por la titular del ministerio, Margarita Robles, con todos los actores involucrados. El llamado Programa Halcón II sigue al Halcón I por el que se encargaron 20 Eurofighters en 2022 y que irán llegando de manera paulatina hasta 2030.

Ahora, el programa Halcón II eleva a 25 unidades más, —21 monoplazas y cuatro biplazas— hasta completar una flota de 115 aeronaves si se suman a las 70 existentes a día de hoy en el arsenal de Defensa (de las iniciales 73, tres, se han perdido). La novedad reside en que estos últimos pertenecerán a la llamada Tranche 4, la evolución más sofisticada del caza europeo, una aeronave equiparable en equipamiento a los aparatos más avanzados procedentes de otras latitudes, como es el F-35.

Si el caza estadounidense se considera de quinta generación debido a sus características de furtividad ante el radar, el Eurofighter es muy superior a los aparatos de cuarta generación. Podría decirse que es de 4,5 generación, a caballo entre la cuarta y la quinta. El caza polivalente, con gran capacidad de adaptación a defensa de superioridad aérea y ataque a tierra, será construido en la planta de Airbus en Getafe.

Puede portar un amplio abanico de armamento, como misiles aire-tierra Brimstone 3 y el misil aire-aire de largo alcance Meteor o los poderosos Taurus. Dispone de dos motores capaces de hacerle volar por encima del Mach 2, y con características de supercrucero, esto es, volar a velocidades supersónicas sin postquemadores. Esta característica eleva la eficiencia de su combustible, prolonga su tiempo de vuelo, y alarga la vida de sus motores.

Radar de última generación

La guinda es su nuevo radar AESA de la compañía Leonardo. Es un sistema de detección de barrido electrónico y matriz activa. Si esa es la tipología, el sensor de los aviones españoles será el Captor-E Mk 1.

El programa Halcón II costará al erario público 4.000 millones de euros, y la ministra Robles dejó caer algo en su presentación: que vendrán más gastos en el futuro. El siguiente programa superará los 6.000 millones y dentro de él estarán incluidos los sustitutos de los veteranos Harrier de despegue vertical de la Armada. El único aparato que tenga esa capacidad es el F-35B.

Si los Eurofighters cuidarán del espacio aéreo de manera tripulada, de una forma muy distinta lo harán los misiles que lancen los tubos del sistema SILAM. Parecido en funciones a los HIMARS norteamericanos, o los S-400 rusos, los SILAM se están empezando a entregar al Ejército de Tierra en periodo de pruebas en estas fechas para entrar en servicio antes de lo previsto.

Necesidad atendida

El ejército lleva una década sin lanzacohetes. El anterior, el llamado sistema Teruel, fue diseñado en los 80 y fue dado de baja en 2011 por considerarse obsoleto. Ahora Escribano y Expal, con la ayuda de la israelí Elbit y GMW, pondrán en servicio el Sistema Lanzador de Alta Movilidad, conocido por su acrónimo, SILAM. Las diferencias entre los gobiernos español e israelí han dejado en suspenso las relaciones de comercio en lo tocante a defensa, pero este programa era anterior, y en principio no queda afectado.

Uno de los nuevos Eurofighters. | Airbus

El contrato de los SILAM abarca doce sistemas separados en dos baterías de seis lanzamisiles cada uno. Se transportan en camiones, y pueden ser remitidos por carretera a cualquier parte de la geografía nacional; esto es, no están en posiciones fijas.

El programa fue aprobado en 2023, y tiene un coste de 697 millones de euros. En el paquete entra la adquisición de 680 cohetes guiados de diverso tipo, por potencia, alcance y tipo de uso. Se desplazan en enormes camiones Iveco de cuatro ejes, son operados por entre dos y tres personas, y pueden realizar lanzamientos apenas un minuto después de posicionarse. Su salida de escena se puede ejecutar un minuto después del último lanzamiento.

Tarea sencilla, proceso complejo

El proceso es relativamente sencillo a pesar de su complejidad técnica: el sistema detecta la amenaza, la fija, analiza qué tipo de munición es la mejor para eliminarla, y los encargados de operarla deciden en función de sus posibilidades, cercanía, y análisis. Puede ser un dron, un caza, otro misil, o un ataque programado a tierra. Los radares de seguimiento del sistema llevarán a los proyectiles hacia su blanco.

Es capaz de disparar tres tipos de misiles, más uno extra, específico para entrenamiento. Defensa ha adquirido 288 unidades del Accular de 122 mm, con un alcance de hasta 35 km, y equipado con cabeza de guerra de fragmentación y penetración, dividido en partes iguales.

Los 112 misiles EXTRA de tipo medio con alcance de hasta 150 km tienen las mismas características, aunque su alcance es muy superior, y las 64 unidades del Predator Hawk, los más poderosos, son efectivos hasta los 300 km.

Los SILAM serán operados por el Regimiento de Artillería Lanzacohetes de Campaña (RALCA) nº 63. Junto a los Eurofighter serán el muro contra el que se estrellen todas las posibles amenazas que lleguen desde el sur; es de suponer que por el norte no llegarán, con países socios dentro de la OTAN y la Unión Europea. El conjunto Eurofighter-SILAM será un duro contrincante para los sistemas que deseen penetrar una defensa aérea moderna, será nuestro muro en el aire.

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