La amenaza de DeepSeek apunta más a Meta que a Nvidia
David Villalón, cofundador de la española Maisa, explica el nuevo fenómeno tecnológico chino
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Los fundadores de Maisa, David Villalón (derecha) y Manu Romero (izquierda). | Maisa.ai
Maisa.ai es la segunda sonada incursión de David Villalón y Manu Romero en la industria de la inteligencia artificial. Ambos participaron en el experimento de Clibrain, cuya misión consistía en crear, a la manera de Mistral en Francia, el primer gran modelo de lenguaje en español.
Interesa hablar del proyecto que les ocupa, pero también de su visión como artesanos de la IA, ese campo infinito donde China emerge con fuerza gracias a DeepSeek y Estados Unidos tiembla de nuevo frente a un competidor capaz de igualar sus productos estrella a menor coste y pese a las restricciones impuestas desde Washington.
Respecto a Maisa, centra sus esfuerzos en diseñar trabajadores digitales. La empresa (el cliente) puede indicar las instrucciones que debe seguir el agente y supervisar todo el proceso. La solución de la startup valenciana, con sede fiscal en San Francisco, es transversal, aunque de momento actúa en verticales como fintech, energía, ciberseguridad, retail y automoción.
«No hacemos chatbots, sino lo siguiente a los chatbots. Vamos a casos de uso críticos y a partir de ahí expandimos la solución a otros departamentos (marketing, ventas, finanzas)», sintetiza Villalón. Un fabricante de coches, por ejemplo, dispone así de un panel donde se comunica con el empleado digital, le indica la lista de tareas y accede a la caja negra del proceso: qué se ha hecho, qué datos se han utilizado, cuál ha sido el razonamiento del agente y cuáles las conclusiones.
Nacida apenas en 2024, Maisa fue respaldada en diciembre con 5 millones de dólares en una ronda liderada por dos fondos estadounidenses, NFX y Village Global. Villalón estima que 2025 cerrará en el entorno de los 10 millones de facturación y permitirá desplegar «entre 50.000 y 250.000 trabajadores digitales» en EEUU, España, Alemania y Reino Unido.
La ola china
A comienzos de semana, la cotización de las principales compañías tecnológicas estadounidenses cayó en picado tras irrumpir en escena DeepSeek, la alternativa china a titanes como OpenAI y Anthropic. En esencia, lo que DeepSeek parece demostrar es que un LLM (gran modelo de lenguaje) puede desarrollarse a un precio ridículamente menor que ChatGPT y recurriendo a computadores más modestos.
«Ya conocíamos a esta empresa y por detrás vienen otras, pero el impacto quizás sea menor al que se teme por cuestiones geopolíticas. Occidente no va a ponerse en manos de un proveedor chino en un asunto tan crucial y delicado. Además, Gemini (la apuesta de IA de Google) dispone ya de modelos que están a la par con DeepSeek en rendimiento y costes», apunta Villalón.
Las restricciones que arrastra China en cuanto al uso de GPUs debido a la guerra comercial librada con EEUU son un arma de doble filo, ya que empujan a sus empresas a ser endiabladamente eficientes. «Por otra parte, en cualquier momento puede surgir allí una nueva arquitectura de chips».
Ahora todas las miradas se giran hacia Meta, «la cara del open source», cercana a lanzar Llama 4.0 y obligada a decir cuánto le ha costado la broma. Las comparaciones con DeepSeek son odiosas y el mercado podría mostrarse durísimo con el conglomerado de Mark Zuckerberg.
Nvidia, añade el emprendedor español, no corre peligro. «La situación sólo cambiaría si aparece un jugador con gráficas más potentes que las suyas, pero los chinos no tienen semiconductores para poder hacerlo. Las dos grandes fábricas mundiales están en Taiwán y Corea del Sur, y aquí se pone otra vez sobre la mesa la geopolítica».
Una amenaza de la que nadie habla
El aroma del thriller no se despega de esta partida de ajedrez. Un documento firmado por Anthropic alerta de la figura del sleeper agent o agente dormido. «No sabemos cómo se ha entrenado a DeepSeek ni el resto de modelos open source, pero es posible que todos o algunos de ellos tengan capas ocultas que, una vez activadas, extraigan toda la información, las claves, los datos del sistema al que están conectados».