Qué son las armas sónicas que Serbia podría haber usado contra miles de manifestantes
Pueden provocar dolor agudo en los oídos, desorientación y pánico

Manifestación contra el Gobienro el pasado sábado en Belgrado. | Reuters
Los serbios tomaron las calles de Belgrado este sábado para protestar contra la falta de transparencia y la presunta corrupción del Gobierno del nacionalista Aleksandar Vucic, del Partido Progresista Serbio, alineado a la derecha y acusado de populista por la oposición. Unas protestas que estallaron después de que un tejado de hormigón colapsara en una estación de tren en el norte de Serbia en noviembre, matando a 15 personas, y que concentraron este fin de semana a más de 100.000 personas, lo que las convierte en algunas de las más multitudinarias de la historia reciente del país.
Pero más allá de las imágenes de miles de personas manifestándose en Belgrado, han llamado la atención los vídeos distribuidos en redes sociales en los que se ve a grupo de cientos de manifestantes dispersándose sin causa aparente.

Las manifestaciones han estado encabezadas principalmente por estudiantes, pero con el paso de las semanas se han incorporado políticos de oposición serbios. Según estimaciones de la Policía, en las concentraciones más importantes, el número de participantes fue de alrededor de 107.000.
Funcionarios de la oposición y grupos de derechos serbios afirman que se emplearon armas acústicas para dispersar a los manifestantes, ampliamente prohibidas, que emite un haz dirigido para incapacitar temporalmente a las personas durante la protesta. El Gobierno serbio no ha negado que tiene el dispositivo acústico en su arsenal, pero asegura que las fuerzas de seguridad del país no lo utilizaron el pasado sábado.
En algunos vídeos se puede ver a personas de pie durante 15 minutos guardando silencio en protesta, cuando de pronto se escucha un sonido ensordecedor que desencadena el pánico y una breve estampida. Así lo recoge un fotógrafo de Associated Press (AP), que señala que los manifestantes comienzan a buscar refugio, dejando el centro de la calle casi vacío, mientras se amontonan unas sobre otras.
¿Qué son las armas sónicas y qué efectos tienen?
La dispersión sonora y su uso en el campo de batalla es una vieja conocida de los ejércitos. Usar el sonido como arma para generar miedo es algo común en los conflictos. Basta un avión caza F-18, o de generaciones anteriores (F-16), volando a baja cota para provocar un sonido que genere miedo a civiles no acostumbrados a estos sonidos o para hacer temblar los cristales de una vivienda.
Pero las Armas sónicas van más allá de un simple vuelo rasante de un caza militar. Pueden provocar dolor agudo en los oídos, desorientación y pánico, y la exposición prolongada puede causar rupturas del tímpano y daños auditivos irreversibles. Dentro de este armamento podemos encontrar, a rasgos generales, dos tispos distintos: el Active Denial System (ADS), que se basa en la emisión de ondas electromagnéticas, y el Long-Range Acoustic Device (LRAD), que proyecta ondas mecánicas (de sonido).

El ADS, lo que hace es generar un haz concentrado de energía de ondas milimétricas de radiofrecuencia que impacta al sujeto y penetra levemente en la piel -como el grosor de tres folios de papel-. Funciona, a términos prácticos, como un gran microondas, excitando las moléculas de agua y de grasa situadas en la piel, calentándolas.
Los expuestos al arma experimentan cómo su piel se va calentando, dando la sensación de que se está quemando, lo que obliga al sujeto a moverse instintivamente para alejarse del haz. La sensación cesa inmediatamente después de que el sujeto se aleja del haz o cuando el operador apaga el sistema.
Según explica el Ministerio de Defensa de EEUU, «el riesgo de lesiones es mínimo debido a la penetración superficial de la energía en la piel, las reacciones instintivas humanas normales y los controles de ingeniería del sistema. La probabilidad de lesiones por exposición al sistema es inferior al 10%».
Por su parte, el LRAD, conocido como cañón de sonido, produce un sonido ensordecedor a una frecuencia de 2 kHz con una potencia de más de 135 dB -se han llegado a medir hasta 160 dB- que puede provocar daños auditivos permanentes. Se utiliza como método de control de multitudes, pero también son empleados por algunas marinas de guerra y navieras para evitar ataques piratas. o para la emisión de mensajes durante desastres naturales u otras emergencias por su largo alcance.
En principio, se trata de medidas aturdidoras no letales, no obstante, podrían provocar daños irreversibles en personas con problemas auditivos. Además, al generar que las personas huyan del escenario, se pueden provocar estampidas humanas que pueden desembocar en aplastamientos y poner en riesgo las vidas humanas.