The Objective
Tecnología

Kawasaki presenta un caballo mecánico que se conduce como una moto

Ideas exóticas como las motos de agua, los patinetes eléctricos o las tablets acabaron siendo un éxito

Kawasaki presenta un caballo mecánico que se conduce como una moto

Kawasaki Corleo.

Es un vehículo tan raro que todavía no tiene ni nombre. Lo que sí tiene es forma de león, funcionalidad de caballo y se conduce como una moto. Kawasaki lo ha presentado como concepto, y aunque no tiene un plan muy definido, les gustaría lanzarlo al mercado en tres años.

Japón fue un referente durante décadas como un país innovador. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, el menú de cámaras, fotocopiadoras y motocicletas parece agotado. Sus productos siguen gozando de una excelente factura, de calidad indiscutible, pero las líneas de innovación quedaron varadas hace mucho.

A los que nos trajeron las calculadoras electrónicas, el walkman o la Playstation parece que se les han secado las ideas innovadoras y disruptivas. Apenas hacen ordenadores, no tienen marcas de relumbrón en el mercado de la telefonía móvil, apenas hacen coches eléctricos, o sus motos, que siguen siendo magníficas, aunque prolongaciones de lo ya conocido desde hace décadas. Incluso llevan mucho tiempo sin ser competitivos, como lo fueron en especialidades deportivas, como el automovilismo o las motos, cuando dominaron de forma masiva en otros tiempos.

Por otra parte, en el país oriental la robotización es amplia, incluso con una proyección sobre el imaginario público, no en vano, Mazinger-Z, los tebeos manga y sus dibujos animados están plagados de androides y humanoides mecánicos. Es por eso que esta innovación sería una consecuencia lógica de su cultura.

Lo que presenta Kawasaki es mitad androide, mitad moto y mitad equino —tres mitades— y sirve para desplazarse como lo hacían los indios apaches a toda velocidad por las llanuras con los mesteños descendientes de los que llevó Cristóbal Colón. Si aquellos caballos onubenses fueron el 4×4 de la colonización, lo de este exótico invento, que parece sacado a rastras de un videojuego, apunta a los aventureros urbanos, y puede que a algunos trabajos en terrenos complicados.

Vista trasera del Corleo.

Corleo, que es como se denomina de manera comercial a falta de una definición técnica, es de momento un concepto, un proyecto, un globo sonda. Pero si se añade que detrás está la Kawasaki Heavy Industries, con una larga experiencia en motocicletas de altas prestaciones, es posible que sea lanzado como vehículo recreativo para urbanitas atrevidos.

En realidad, el invento no es del todo nuevo; lo que es nueva es su utilidad. Su fisonomía está derivada de la mula de transporte que presentó en 2005 Boston Dynamics, una compañía que ahora es propiedad de la coreana Hyundai. La idea consistía en un cuerpo en forma de tonel, vagamente inspirado en el torso de un equino, sustentado por cuatro patas que se movían de forma sincronizada, como lo haría el de un jumento.

Equipado con diversos sensores, debería servir de manera autónoma como ayuda a soldados en el campo de batalla. Llevar sus mochilas, munición, víveres o ayuda médica era la finalidad. La idea no fructificó en ese sentido, pero surgieron ideas paralelas, como la muy exitosa del perro robot, del que hasta el Cuerpo Nacional de Policía hace uso en situaciones de peligro.

Las motocicletas por las que conocemos a la marca han cambiado muy poco desde que se empezaron a usar hace más de un siglo. Constan de un chasis del que cuelga un motor, un depósito de gasolina en medio, y todo sustentado en dos ruedas. Desde esa idea primigenia, apenas hemos visto cómo le han añadido una tercera rueda, o se han electrificado, pero no mucho más.

Probablemente ocurra como con los bolígrafos BIC, que son difícilmente evolucionables, pero la idea de los japoneses es al menos rompedora y disruptiva. Corleo es del mismo tamaño que una motocicleta grande y está impulsada por un motor de hidrógeno, otra tecnología que necesita de una mayor evolución. Este sistema de propulsión generaría la energía necesaria para alimentar motores eléctricos en cada una de sus patas.

Un caballo mecánico

Estas patas están equipadas con cascos de goma antideslizante, que absorben impactos, y permiten al robot adaptarse a superficies irregulares como grava, hierba, nieve, roca o arena. Un sistema de suspensión independiente en las patas traseras —heredado conceptualmente del basculante clásico de una moto— garantiza una marcha estable incluso en los terrenos más adversos.

Si en las motocicletas el manillar y los pedales ejercen como sistemas básicos para el control del conjunto, en esta especie de quad cuadrúpedo, es el cuerpo del jinete el que conduce al conjunto. No hay botones ni palancas tradicionales. El piloto dirige la máquina cambiando su centro de gravedad, lo cual es detectado por sensores ubicados en los estribos y el manillar.

Vista delantera del vehículo.

El jinete-piloto se monta como haría en un caballo y lo opera moviendo el centro de gravedad. El funcionamiento básico se basa en un mecanismo de brazo oscilante, que conecta un chasis similar al de una moto. De esta guisa a y gracias a tecnologías avanzadas asociadas a la inteligencia artificial, diversos sensores, y acelerómetros, el caballo robot puede moverse con agilidad en lugares con grandes irregularidades.

Globo sonda al mercado

La marca asume que de momento se trata de un modelo conceptual, que mezcla la robótica con la movilidad de sus motocicletas. Según Kawasaki, lo que desean es «permitir que la gente pasee a través de la montaña y viaje incluso en zonas montañosas que no son posibles con los vehículos convencionales». Que esta afirmación venga de Japón, un país muy montañoso y de origen volcánico donde apenas el 10 % de su superficie es cultivable, tiene todo el sentido. Otra cosa es que tengan éxito.

Puede que lo tenga o puede que no, pero de una forma análoga empezaron las motos de agua, los patinetes eléctricos, o las tablets, y acabaron invadiendo todos los rincones del planeta. Hay quienes ven a Corleo como una excentricidad tecnológica, pero si es aceptado por una base de clientes crítica, puede acabar derivando en una corriente que acaben atacando otras marcas. No es ni una moto, ni un quad, ni un caballo; es algo completamente nuevo, y que de momento, hace sonreír a muchos.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D