China acaba de poner en el aire drones que cambian la climatología
Los asiáticos atacan el cambio climático de forme local con tecnología

Imagen del dron Wing Loong-2H.
Van por delante en muchas asignaturas. Los fabricantes de drones chinos no son los más avanzados, pero sí los más atrevidos y originales. Los tienen artillados, para vigilancia de rebaños, de transporte pesado, apagafuegos, o pintores de fachadas, por poner unos ejemplos. Lo último es que acaban de entregar los primeros para sembrar nubes.
No tienen pasado, no tienen lastres, no tienen compromisos con lo vivido, y son muy pragmáticos. Los asiáticos están escribiendo las pautas a seguir con una musculatura industrial sin parangón, y una velocidad de desarrollo pocas veces vista con anterioridad. Apenas norteamericanos, israelíes y turcos impulsan esta industria más avanzada, pero la mayoría carecen de esta imaginación y falta de prejuicios.
El resultado es que aplican su ingeniería a temáticas impensables en otras latitudes, y un ejemplo es el Wing Loong-2H. Fabricado por la compañía Tengden, es una aeronave no tripulada de ala fija bastante grande. Dispone de tres motores, una envergadura de algo más de veinte metros, y pesa 4,2 toneladas cuando despega. Sus propulsores de pistón le permite alcanzar velocidades de hasta 370 km/h.
Sus primeras aplicaciones fueron las relacionadas con la vigilancia, búsqueda y rescate en desastres naturales, y la monitorización ambiental y agrícola. Gracias a los sistemas de que equipa ha podido encontrar a personas desaparecidas o atrapadas, incluso en condiciones de baja visibilidad o nocturnas. También se ha utilizado para evaluar la salud de cultivos y detectar plagas o enfermedades mediante mapas térmicos que reflejan el estrés hídrico y térmico de las plantas.
La última idea tiene relación con las pruebas a las que se ha sometido durante los últimos tres años. Este dron ha sido testado en regiones como Qinghai, Tíbet, donde un vuelo de cinco horas logró aumentar las precipitaciones en una superficie de 15.000 km². Uno de sus usos obvios es combatir periodos de sequía y olas de calor extremos, especialmente en áreas agrícolas que requieren mucha agua y en ciudades con bajas temperaturas.
Muestra de su resistencia en condiciones climáticas duras y altitudes elevadas es que han sido probados en la generación de nieve artificial en las montañas Kunlun de Xinjiang. Esta aplicación se planteó por primera vez durante los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022.
Sembrando nubes
La técnica de siembra de nubes no es nueva, sino más bien muy conocida. En realidad, el aserto no define la acción concreta: no se siembran nubes, sino que se ataca a las existentes en el cielo con la liberación de partículas de yoduro de plata o hielo seco. Estas partículas facilitan la formación de cristales de hielo o gotas de agua lo suficientemente grandes como para caer en forma de lluvia o nieve.
Estas prácticas se realizan desde hace años; lo que sí es nuevo es el método utilizado. Durante décadas se ha hecho con aviones tripulados, o incluso disparando estos materiales a nivel del suelo con artefactos pirotécnicos.
Las ventajas operativas con el uso de aeronaves no tripuladas son varias. A diferencia de los aviones pilotados, el dron puede volar a altitudes elevadas y en condiciones meteorológicas complejas, cuando no siempre está permitido el vuelo.
Tecnología integrada
Los diseñadores del Wing Loong-2H han equipado a su criatura con una pléyade de sensores avanzados. En pleno vuelo y en tiempo real, pueden medir variables atmosféricas como humedad, temperatura y presión. Estos parámetros ayudan a identificar cuáles son las nubes más aptas para la siembra.

La aeronave opera con sistemas de navegación autónoma. Se sincroniza a través de redes 5G, inteligencia artificial y big data para analizar datos climáticos y ajustar las misiones de manera dinámica. Dispone de tecnologías conocidas, pero que en conjunto le dotan de unas capacidades que le ayudan en esta nueva tarea.
Su unidad de medición inercial incluye giroscopios y acelerómetros para medir la orientación y movimientos del dron. Sirven para estabilizar el vuelo. Sus sensores de presión atmosférica miden la altitud con precisión, fundamental para mantener la altura adecuada en la función de siembra de nubes.
Los sensores de navegación satelital se conectan con los servicios GPS, Beidou —el equivalente chino—, o Galileo para el posicionamiento necesario en la navegación autónoma. Sus cámaras tienen capacidades térmicas e infrarrojas para análisis meteorológicos precisos. De la misma manera, los sensores que detectan la dirección del viento ayudan para saber hacia dónde irán las nubes justo donde estas se encuentran.
Y el LiDAR
Por otro lado, su radar tipo LiDAR escanea la atmósfera y el terreno. Los datos se fusionan en tiempo real con el resto de la información recabada, y un procesador embebido ejecuta algoritmos de IA. Calcula trayectorias óptimas de siembra, predice el impacto de la modificación climática, y genera mapas de humedad relativa. Tras liberar los catalizadores, el LiDAR cuantifica los cambios en la reflectividad de las nubes para evaluar eficacia.
Esta configuración permite al dron operar en condiciones extremas, de entre -30 °C y hasta +50 °C, dispone de una autonomía de más de ocho horas, y un alcance máximo de 8.000 km. Su fabricante calcula que es un 60% más eficiente que los aviones tripulados.
La pasada semana ha sido entregado el primer lote de drones Wing Loong-2H preparados para ejecutar estas tareas. En realidad, no es una lucha contra el cambio climático, pero al menos serán capaces de modificar el comportamiento de lo relacionado con la precipitación de lluvias sobre espacios a escala local.
Cambio climático
En los últimos años, muchas regiones de China viven en un estado constante de sequía, que se mezcla con duras olas de calor veraniego. El país está haciendo enormes esfuerzos para contrarrestar los efectos adversos de esta circunstancia.
En otras latitudes rezan, o se entregan a la suerte, pero los chinos han puesto soluciones tangibles. La conclusión lógica es que les acabaremos comprando estos aparatos.