El ataque más audaz de Ucrania: drones golpean el eje de la aviación estratégica rusa
La operación fue supervisada por el presidente Zelenski y marca un hito en la guerra moderna

Imagen del aeródromo ruso atacado por el Ejército ucraniano. | X
Ha sido algo propio de una película de Misión Imposible. Ni Tom Cruise, en una entrega de su saga de películas de espías, se hubiera atrevido a ejecutar la acción que ha llevado a cabo el ejército ucraniano. Lo de traspasar las fronteras rusas y atacar con drones bases aéreas militares ha sido una de las ideas más locas de este conflicto, y les ha salido bien.
Lo impensable de llevar a cabo una idea como esta es la razón que hace pensar que los rusos no estaban preparados. Porque adentrarse en territorio enemigo en conflicto más de 4.000 kilómetros, ensamblar drones cerca de su destino, y llevarlos en camiones y furgonetas de los que salían tras abrir su techo, es algo propio de la ficción y muy poco de la realidad.
Eses es el motivo por el que la mañana del 1 de junio de 2025 quedará grabada como un hito en la historia de la guerra moderna. En una operación sin precedentes por su alcance, sofisticación y audacia, Ucrania asestó un golpe demoledor a la aviación estratégica rusa. Y no lo hizo de cualquier manera, sino empleando una tecnología que ha estallado durante este conflicto: los enjambres de drones tipo FPV (visión en primera persona) y equipados con inteligencia artificial.
El ataque, ejecutado simultáneamente contra cuatro bases aéreas en territorio ruso, destruyó o dañó decenas de bombarderos estratégicos y aviones de alerta temprana. Se calcula, a falta de cifras oficiales por parte de Moscú, que al menos cuarenta aeronaves han quedado destruidas o inhabilitadas durante un cierto periodo de tiempo.
Las pérdidas pueden ser multimillonarias, con una enorme asimetría entre los costes del ataque, y los gastos de reparación o reposición del material bélico atacado. Se habla de que un dron FPV de los que maneja el ejército de Kiev puede rondar entre 300 y 600 euros, mientras que la última versión del bombardero estratégico ruso Tu-95MS está valorado en más de 100 millones.
El resultado directo es que se altera el equilibrio estratégico del conflicto y queda tocada una de las patas fundamentales de la llamada Triada Nuclear rusa. Los tres sistemas encargados de enviar artefactos nucleares son los misiles de largo alcance, los submarinos, y este tipo de aeronave.
La operación, bautizada como «Web» por el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), ha sido el resultado de más de 18 meses de planificación y una logística clandestina de alto riesgo. Equipos de inteligencia ucranianos introdujeron en territorio ruso al menos 150 drones y su munición explosiva, ocultándolos en cajas con techos retráctiles especialmente diseñados para su lanzamiento. Estas cajas, camufladas como simples envíos comerciales, fueron transportadas y almacenadas en camiones y furgonetas que los servicios secretos de Volodímir Zelenski estacionó cerca de las bases aéreas objetivo.
El lanzamiento de los drones se realizó mediante la apertura remota de dichas cajas, lo que permitió que los aparatos despegaran sin que los operadores expusieran su posición, y con un vuelo corto y rápido hasta sus blancos. El control de los drones se realizó con la ayuda de las propias redes de telecomunicaciones rusas, lo que dificultó la detección y neutralización por parte de las defensas electrónicas locales.

Uno de los aspectos más revolucionarios de la operación fue el uso de inteligencia artificial. Los drones FPV ucranianos fueron equipados con sistemas de IA entrenados para identificar de forma autónoma aeródromos, reconocer modelos específicos de aeronaves y seleccionar sus puntos estructurales de especial vulnerabilidad para maximizar el daño.
La inevitable inteligencia artificial
Para entrenar estos algoritmos, Ucrania utilizó aviones soviéticos reales exhibidos en museos militares, como el Museo de Aviación Estratégica y de Largo Alcance de Poltava. Las imágenes detalladas de los bombarderos Tu-95MS y Tu-22M3 permitieron a los ingenieros ucranianos localizar los puntos débiles en la estructura de los aviones, como los pilones bajo las alas donde se montan los misiles y los tanques de combustible.
Durante el ataque, los drones impactaron de forma precisa en estas zonas críticas, lo que provocó enormes incendios y la destrucción total de varias aeronaves. Las imágenes difundidas por las autoridades ucranianas y medios internacionales muestran numerosos bombarderos rusos ardiendo, con gruesas columnas de humo negro sobre las pistas de las bases atacadas.
Cuatro bases atacadas
Estas fueron la de Belaya (Irkutsk, Siberia), situada a unos 4.400 km de Ucrania, que alberga bombarderos Tu-95MS, Tu-160 y Tu-22M3, todos equipados con misiles de crucero de largo alcance. Es uno de los emplazamientos más estratégicos para la aviación de largo alcance rusa. Esta fue la jugada más audaz por su lejanía de suelo ucraniano.

Otra es la de Olenya (Murmansk), situada a 1.800 km de Ucrania, y utilizada para lanzar bombarderos estratégicos en ataques contra territorio ucraniano. Los ataques contra las bases de Diagilevo e Ivanovo fueron menos exitosos, y según el Ministerio de Defensa ruso, fueron repelidos.
¿Qué aviones se han destruido o dañado?
Hay varios, y casi todos muy grandes. Destaca el Tupolev Tu-95MS, un gigantesco aparato herencia de la Guerra Fría, y columna vertebral de la disuasión nuclear rusa, con capacidad para portar misiles de crucero y realizar ataques de largo alcance. Otra pieza de caza mayor alcanzada es el Tupolev Tu-22M3, un bombardero supersónico utilizado en misiones de ataque terrestre y antibuque. Es una pieza clave en los ataques convencionales rusos. Por su parte, el Beriev A-50 es un radar aéreo, tipo AWACS, o un aparato de alerta temprana, muy reconocible por el disco que lleva sobre su fuselaje y que encierra un enorme radar giratorio.
Las imágenes y vídeos publicados en redes sociales muestran el momento exacto en que los drones impactan contra aviones cubiertos de neumáticos, una táctica rusa para intentar confundir los sensores visuales e infrarrojos de los drones y misiles. Tras el incidente, esta táctica se ha demostrado ineficaz ante la precisión de los sistemas ucranianos.
Según fuentes rusas, parte del ensamblaje de los drones se realizó en un almacén alquilado en Chelyabinsk, cerca de la frontera con Kazajistán, lo que sugiere rutas de suministro alternativas y una red de apoyo logístico interna en Rusia. De los camiones utilizados para el despliegue de los drones, cuatro lograron llegar a sus destinos y ejecutar los ataques, mientras que al menos dos fueron interceptados o averiados antes de completar su misión. Al menos dos, de acuerdo con las imágenes disponibles, estallaron aparentemente de manera programada, tras acabar su misión.

El Ministerio de Defensa ruso admitió la detención de varios sospechosos y la existencia de incendios en las bases aéreas afectadas, aunque minimizó el alcance de los daños y aseguró que los incendios fueron extinguidos sin víctimas.
Coste incalculable
La magnitud del daño infligido es difícil de sobreestimar. La relación coste-beneficio de la operación es abrumadora: el daño puede suponer pérdidas de miles de millones de euros para Moscú, con una inversión mínima por parte de Ucrania. La pérdida de aviones como el Tu-95, Tu-22M3 y especialmente el A-50, de los que Rusia dispone de muy pocas unidades, debilita en gran medida la capacidad de Moscú para lanzar ataques de largo alcance. Según fuentes ucranianas, al menos 41 de estos aviones fueron alcanzados y calculan que el 34 % de su capacidad aérea para transportar misiles ha quedado comprometida.
La operación fue supervisada personalmente por el presidente Volodímir Zelenski, y marca un hito en la guerra moderna. La combinación de inteligencia, tecnología de IA, logística clandestina y audacia operativa poco común ha permitido a Ucrania golpear el corazón de la aviación rusa a miles de kilómetros de sus fronteras. Más allá del daño material, el ataque envía un mensaje: no estaremos a salvo en nuestro país, pero vosotros tampoco.