El grupo automovilístico Renault está a punto de meterse en el negocio de los drones militares
Supondría un enorme empujón a la industria militar europea

Un dron militar en una imagen de archivo.
Renault vuelve al aire. En sus inicios, y desde 1907 y hasta 1945, la firma del rombo desarrolló y fabricó motores para la aviación civil y militar. La Regie vuelve a interesarse por el vuelo, pero lo hará a través del armamento de moda: los drones.
El viernes por la noche, el ministro de defensa galo, Sébastien Lecornu, anunció el viernes que una «gran empresa que produce coches franceses produciría drones en Ucrania», sin dar más detalles. Esa compañía es Renault.
Los creadores del Renault 5 se instalarán en el país eslavo a través de una asociación con una pequeña empresa francesa especializada en defensa, con líneas de producción no muy lejos del actual frente de batalla. Medios, como Franceinfo, han contactado con la compañía, que no ha querido confirmar la noticia. Lo que sí han hecho ha sido declarar que no tienen tomadas decisiones aun al respecto, lo que hace pensar que como mínimo están barajando la idea, pero el ministro dejó pocas dudas.
Esta asociación dibuja un punto de inflexión en lo tocante a la defensa europea, y una señal del rearme del viejo continente, justo en una materia en la que anda escasa. Tras 1200 días largos de conflicto entre Moscú y Kiev, los drones se han mostrado como el arma estrella, al tiempo que una amenaza capaz de golpear con dureza puntos clave del bando enemigo a cambio de un coste relativamente contenido.
El ejército ucraniano tiene previsto utilizar en 2025 más de cuatro millones de drones, máquinas que se han mostrado muy destructivas, letales, y a las que se ha equipado con facilidad de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial. La idea que se vislumbra es que el conocimiento ucraniano acabe contagiando a la producción de este tipo de armamento y que beneficie al ejército francés, que tiene un cierto retraso en esta asignatura.
Sébastien Lecornu consideró que en principio no había necesidad de remitir empleados franceses para incorporarse a estas líneas de producción, y considera a los de Kiev como «mejores que nosotros en la capacidad de imaginar drones y, sobre todo, de desarrollar la doctrina que los rodea». Aunque estén producidos en suelo ucraniano, podrán compartir su experiencia con las empresas francesas, y por lo tanto, europeas.
Ucrania es un enorme laboratorio de guerra, y el que innova más rápido, gana. El salto tecnológico, y las fórmulas de producción de este tipo de dispositivo han crecido de manera exponencial, y sus lecciones no deberían caer en saco roto a tenor del enorme daño que pueden hacer.
Para ser eficientes y crecer en este sentido, la parte francesa debe permanecer en contacto directo con estos desarrollos a través de los ucranianos sobre el terreno. Un ejemplo de su ingenio es la utilización de fibra óptica, usada tanto por drones rusos como ucranianos. Hace que los drones sean resistentes al sistema de defensa radioelectrónico del adversario, y es una invención local de la que muchos están tomando nota.
Los que también lo han hecho han sido los pájaros. Si, miles de kilómetros de fibra óptica abandonada en los campos de Ucrania tras ataques o haber sido cortados por soldados de ambos bandos, están siendo recolectados por los pájaros para hacerse nidos. Se han detectado hilachas y restos de fibra óptica en las copas de los árboles conformando nidos de aves.
Ampliar una línea de negocio
Para Renault, que emplea a más de 120.000 personas en todo el mundo, poner los pies en la guerra no es una novedad. Si a en la primera mitad del siglo pasado se dedicaron a motorizar aviones o tanques, es una proveedora habitual del ejército galo.

Su división de defensa fabrica, bajo la denominación Renault Trucks Defense/Arquus diversos vehículos. El VAB (Véhicule de l’Avant Blindé) es un 4×4 de transporte de personal blindado con tracción total y forma de barcaza que vende a su propio ejército y otros países. El Sherpa Light es un vehículo táctico ligero 4×4 que recuerda al URO gallego.
En su catálogo también se encuentra el VLRA (Véhicule de Liaison de Reconnaissance et d’Appui), que es un camión ligero, que se usa como transporte de tropas, mando, o reconocimiento, y que poseen países como Brasil, Líbano, o India. Hay otros como el Bastion, los pesados TRM 10000 y TRM 2000 de transporte logístico, pero destaca el Scarabee.
Un vehículo experimental con tecnología furtiva
Este es un vehículo experimental, de propulsión híbrida, muy rápido para los estándares militares, fuertemente blindado, y diseñado para ofrecer una alta supervivencia. Tiene características furtivas y ha sido diseñado para reconocimiento y combate urbano.
La firma francesa podría ser una de las grandes avanzadillas europeas en un terreno en el que se camina con pasos cortos, y a base de pequeñas pymes y compañías casi familiares. Disponen de ideas excelentes, pero carecen del músculo financiero e industrial de un gigante como Renault.
Al igual que el Scarabee, que se muestra como un vehículo pensado para el futuro, lo de los drones puede estar dibujando una salida comercial y empresarial para un grupo que ha sufrido mucho en los últimos años. Por otra parte, puede suponer uno de los grandes empujones de la industria militar europea; no se trata de unos pocos aparatos, sino de millones de ellos.