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Amazon y Walmart consideran lanzar sus 'stablecoins'

Los gigantes de la economía de consumo estudian emitir sus propias monedas digitales corporativas

Amazon y Walmart consideran lanzar sus ‘stablecoins’

El logotipo de Amazon frente a un fondo de billetes de un dólar. | Budrul Chukrut (Zuma Press)

Los gigantes del comercio electrónico estadounidense, Amazon y Walmart, están evaluando la emisión de sus propias stablecoins respaldadas por el dólar estadounidense, marcando un nuevo punto de inflexión en la adopción institucional de las criptomonedas. Esta iniciativa no solo busca agilizar los pagos digitales y reducir costes operativos, sino que también podría redefinir el panorama de los pagos minoristas tradicionales. Con ingresos anuales de 638.000 millones de dólares para Amazon y más de 100.000 millones en comercio electrónico para Walmart, ambas empresas podrían desviar flujos de efectivo multimillonarios de los sistemas bancarios tradicionales hacia ecosistemas de pago descentralizados. Sin embargo, el éxito de estas iniciativas depende en gran medida de la aprobación de la Ley GENIUS en el Congreso estadounidense, que establecería el marco regulatorio necesario para las stablecoins corporativas.

Qué son las stablecoins

Las stablecoins representan una evolución natural en el ecosistema cripto, diseñadas específicamente para resolver uno de los mayores obstáculos de las criptomonedas tradicionales, como es la volatilidad extrema. Estas monedas digitales mantienen su valor vinculado a activos estables, típicamente el dólar estadounidense, mediante diferentes mecanismos de respaldo que incluyen reservas de efectivo, bonos gubernamentales o algoritmos de estabilización.

Su creación responde a una necesidad fundamental del mercado cripto, como es la posibilidad de mantener capital sin experimentar las fluctuaciones salvajes características de Bitcoin o Ethereum. Mientras que Bitcoin puede oscilar un 10% en un solo día, las stablecoins mantienen paridad casi perfecta con su activo de referencia, ofreciendo la velocidad y transparencia de las criptomonedas en cuanto a eficiencia de pagos se refiere, pero con la estabilidad de las monedas fiduciarias tradicionales. Esta estabilidad las convierte en el puente perfecto entre el mundo financiero tradicional y el ecosistema blockchain, y por esto hoy acumulan ya una capitalización de mercado a agregada superior a los 250.000 millones de dólares.

El plan de los gigantes

Los rumores sobre las stablecoins corporativas de Amazon y Walmart ha resonado entre los mercados financieros tradicionales. Según información del Wall Street Journal, ambas compañías están en fases preliminares de exploración, evaluando tanto el desarrollo de monedas digitales propias como la integración de stablecoins existentes en sus plataformas de pago.

La magnitud del impacto potencial se comprende mejor al analizar los números, donde Amazon procesó transacciones por valor de 638.000 millones de dólares en 2024, mientras que Walmart generó más de 100.000 millones en ventas de comercio electrónico solo en 2023. Un sistema de pagos basado en stablecoins para cualquiera de estas plataformas podría redirigir flujos de efectivo masivos, eliminando intermediarios bancarios y reduciendo significativamente las comisiones por transacción que actualmente pagan a empresas como Visa y Mastercard. Esta perspectiva ha causado caídas inmediatas en las acciones de las principales compañías de pagos, con Visa descendiendo un 5% y Mastercard aproximadamente un 4% tras conocerse la noticia.

Marco regulatorio en formación

El desarrollo de stablecoins corporativas por parte de estas grandes compañías depende directamente de la evolución legislativa en Estados Unidos, específicamente de la Ley GENIUS (Guidance and Establishment of National Innovation for Stablecoins). Este proyecto de ley busca establecer reglas claras para la emisión y avales de las stablecoins, además de exigir el cumplimiento estricto de las leyes contra el lavado de dinero.

La legislación propuesta requeriría que los emisores de stablecoins mantengan reservas equivalentes al 100% del valor emitido, proporcionando garantías de solvencia que han faltado en algunos proyectos cripto anteriores. Además, establecería supervisión regulatoria directa, diferenciando claramente entre stablecoins legítimas y proyectos especulativos sin respaldo adecuado. Este marco regulatorio no solo legitimaría las stablecoins corporativas, sino que también podría acelerar su adopción masiva al proporcionar las certezas legales que tanto las empresas como los consumidores necesitan.

Antecedentes y desafíos históricos

El proyecto de stablecoin corporativa no es nuevo en el panorama tecnológico, y los antecedentes históricos ofrecen pistas sobre los desafíos regulatorios y técnicos involucrados. Facebook intentó lanzar Libra (posteriormente rebautizada como Diem) en 2019, enfrentando una gran oposición regulatoria que finalmente llevó al abandono del proyecto en 2022.

La experiencia de Facebook ilustra los riesgos políticos inherentes cuando las grandes corporaciones tecnológicas intentan colarse al espacio monetario, y más aún si es con un producto vinculado a los criptoactivos. Los legisladores expresaron preocupaciones sobre la concentración de poder financiero, la privacidad de datos y el potencial de evasión regulatoria. 

PayPal, por su parte, lanzó PYUSD en 2023, pero a pesar de tener 400 millones de usuarios y 30 millones de comerciantes, la stablecoin ha logrado una tracción limitada. Los analistas atribuyen este rendimiento modesto a la falta de incentivos suficientes para que usuarios y comerciantes cambien sus hábitos de pago establecidos, así como a la ausencia de casos de uso únicos que justifiquen la adopción masiva.

Perspectivas futuras del ecosistema

La entrada potencial de Amazon y Walmart al mercado de stablecoins podría catalizar una transformación fundamental en el ecosistema de pagos digitales, estableciendo precedentes que otros gigantes corporativos podrían seguir. En cualquier caso, esto plantea aún ciertas dudas sobre si los reguladores permitirán finalmente que las empresas emitan stablecoins de uso generalizado, especialmente considerando las implicaciones para la privacidad de datos y la concentración de poder financiero.

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