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Un meteorólogo revela cómo ahorrar en la luz sin renunciar al aire acondicionado

El conocimiento y la planificación pueden convertir un verano sofocante en una temporada de confort asequible

Un meteorólogo revela cómo ahorrar en la luz sin renunciar al aire acondicionado

Aire acondicionado | Canva

La primera ola de calor del 2025 ha dejado una marca histórica en España. Durante esos días, las temperaturas alcanzaron máximas inéditas, superando incluso los 46 grados en algunas regiones. Aunque esta etapa de calor extremo ya ha finalizado, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) pronostica que el mercurio seguirá por encima de los 40 grados, especialmente en el centro y sur del país, anticipando semanas donde el alivio no llegará fácilmente. Ante esta realidad, muchos hogares recurren al aire acondicionado para combatir el calor abrasador. Sin embargo, este aliado en la lucha contra las altas temperaturas es también uno de los mayores responsables del incremento en la factura eléctrica. Su consumo ronda entre 1.000 y 1.200 vatios por hora, lo que puede disparar considerablemente el gasto energético, especialmente con un uso prolongado.

El desafío está claro: mantener el hogar fresco sin que el bolsillo sufra. Frente a este escenario, el meteorólogo Francisco Cacho, reconocido por su labor en La Sexta y colaborador habitual del programa Zapeando, aporta consejos que permiten equilibrar ambas necesidades. En su última intervención televisiva, Cacho describió la temporada de calor como el momento de «refréscate como puedas», subrayando que el uso inteligente del aire acondicionado puede ser la clave para evitar facturas desorbitadas. Según Cacho, un uso inadecuado del aire acondicionado durante el verano puede suponer un aumento de entre 30 y 40 euros en la factura de la luz, un importe nada despreciable. Sin embargo, matiza que con una gestión adecuada, este coste puede reducirse hasta en un 50%.

La primera ola de calor del 2025 ha dejado una marca histórica en España.

Cómo optimizar el aire acondicionado

El consejo principal del experto se centra en aprovechar las horas centrales del día, entre las 12:00 y las 16:00 horas, para poner en marcha los sistemas de climatización. ¿La razón? Durante este intervalo, la energía solar fotovoltaica está en su pico de producción, lo que reduce considerablemente el coste de la electricidad. Dejar las persianas bajadas durante estas horas y programar el aire acondicionado para que funcione incluso cuando no estamos en casa, asegura que al regresar, el hogar ya esté fresco, minimizando la necesidad de gastar energía adicional en enfriarlo. Este sencillo hábito permite no solo disfrutar del confort térmico, sino también contener el impacto económico en la factura mensual.

Alternativas para refrescarse sin disparar el consumo

En el caso de que se quiera mantener una temperatura agradable durante la tarde o la noche, Cacho recomienda optar por ventiladores en lugar del aire acondicionado. Estos dispositivos consumen significativamente menos energía y, combinados con la ventilación cruzada, es decir, la creación de corrientes de aire abriendo ventanas en lados opuestos de la vivienda, pueden lograr una sensación refrescante eficaz. Este método se presenta como una solución viable para quienes desean evitar costes elevados sin renunciar a un ambiente cómodo. Además, resulta especialmente útil cuando la electricidad es más cara durante las horas nocturnas.

La ubicación del aire acondicionado

Otro punto fundamental señalado por el meteorólogo es la importancia de la ubicación del aparato. Instalar el aire acondicionado en zonas de sombra evita que se sobrecaliente, lo que no solo mejora su rendimiento, sino que también reduce el consumo energético. Cuando la unidad exterior del sistema está expuesta directamente al sol, el calor acumulado en su superficie obliga al compresor a trabajar con mayor esfuerzo para alcanzar la temperatura deseada, lo que repercute en un aumento considerable del gasto eléctrico. Además, este sobreesfuerzo constante puede provocar un desgaste prematuro de los componentes internos, acortando así la vida útil del equipo. Según diversos estudios técnicos, una instalación mal orientada o expuesta a radiación solar directa puede traducirse en hasta un 10 % más de consumo anual. Este consejo, aunque sencillo y de bajo coste, suele pasarse por alto, pero puede marcar una diferencia significativa entre un sistema eficiente y uno que encarece la factura sin rendir adecuadamente.

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