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Un cochecito de golf blindado: el vehículo más exótico en el arsenal de Trump

El Polaris Ranger XP1000 blindado tiene un coste superior a la del último Ferrari

Un cochecito de golf blindado: el vehículo más exótico en el arsenal de Trump

Polaris Ranger XP1000. Cedida por @NUCLRGOLF

Está compitiendo en popularidad con el Air Force One, el avión presidencial, o The Beast, esa especie de tanque con aspecto de Cadillac que transporta a los presidentes norteamericanos. El que está robando protagonismo a vehículos tan lustrosos es un modesto cochecito de golf. Pero no uno cualquiera, sino uno blindado: el Golf Force One.

Para quienes no lo practican, resulta incomprensible el grado de adicción que genera el golf. Es un deporte alejado de la adrenalina del paracaidismo, de los riesgos del automovilismo o de las pasiones que desatan otros como el fútbol. Sin embargo, en este deporte existe un dicho revelador: si tu trabajo no te permite jugar más al golf, deja tu trabajo.

Es poco probable que Donald Trump abandone del todo la política para entregarse por completo a su deporte favorito, pero es en los campos de golf donde el Servicio Secreto se vuelve loco con su seguridad. Son espacios amplios, repletos de maleza, recovecos y lugares ideales para ocultarse.

Esa circunstancia fue la que aprovechó un tal Ryan Wesley Routh el pasado 15 de septiembre de 2024. Mientras Trump jugaba una ronda en su club de West Palm Beach (Florida), un agente del Servicio Secreto detectó a un hombre escondido entre los arbustos, rifle en mano, apuntando hacia el perímetro del campo. Routh fue herido por los agentes, detenido y puesto a disposición judicial. Actualmente espera juicio.

Dos meses antes, en julio, Trump ya había sido evacuado, ensangrentado, tras recibir un disparo que le rozó la oreja durante un mitin en Pensilvania. El francotirador, un joven llamado Thomas Matthew Crooks, fue abatido. Si miramos aún más atrás, en 2020, Irán lanzó una advertencia simbólica en forma de tuit: una imagen de un dron apuntando a Trump desde el cielo de un campo de golf. Una amenaza explícita, disfrazada de mensaje gráfico.

El cuerpo de seguridad que protege al presidente de Estados Unidos está compuesto por unos 6.000 agentes. Su finalidad no es otra que mantenerlo con vida. Su presupuesto es multimillonario, y recientemente ha servido para adquirir uno de los vehículos más inesperados, aunque perfectamente lógicos: un carro de golf blindado.

Trump jugando al golf en su última visita a Escocia. | Reuters

El vehículo fue visto por primera vez en el campo de Turnberry, Escocia. Allí, Trump estuvo negociando con representantes europeos los nuevos y lesivos aranceles para los intereses del viejo continente. No quiso renunciar a su deporte favorito, y fue en ese entorno donde el Servicio Secreto estrenó lo que los medios locales han bautizado como «el Golf Force One».

Pero el vehículo en cuestión no es exactamente un cochecito de golf, sino más bien un todoterreno ligero de uso militar, policial o recreativo. Se trata de un Polaris Ranger XP 1000 con especificaciones muy concretas: blindado, negro, voluminoso y con un aspecto más propio de una zona de guerra que de un hoyo par 4.

Se movió con discreción —aunque sin pasar desapercibido— entre los búnkeres y greenes del Trump Turnberry. El expresidente conducía, como acostumbra, su habitual carrito blanco, seguido muy de cerca por esta versión presidencial acorazada.

El Polaris no circuló solo. El despliegue en Turnberry incluyó francotiradores en puntos elevados, vehículos militares en los accesos al recinto y controles móviles. En medio de todo ello, el buggy negro destacaba por su aspecto de «cápsula de supervivencia de lujo».

Blindaje de primera

Expertos en blindaje consultados por The Telegraph confirmaron que el vehículo cuenta con vidrios laminados, una celda de seguridad reforzada y una configuración defensiva pensada para enfrentar amenazas como rifles de precisión. Su diseño no está hecho para atacar ni repeler, sino para cubrir y evacuar rápidamente.

No existen datos públicos sobre sus capacidades exactas, pero se cree que el vehículo ha sido modificado por Scaletta Armoring, una empresa especializada en este tipo de transformaciones, con vínculos con el Pentágono. Según estimaciones de The War Zone, extraídas de informes financieros públicos, el coste del blindaje ronda los 200.000 euros. Si se suma logística, transporte, homologación y pruebas de campo, el precio final puede alcanzar el medio millón.

No es protección, sino un mensaje

Los observadores estratégicos señalan que su valor real no reside tanto en su blindaje como en el mensaje que transmite en silencio. El vehículo es visible, llamativo, y aunque pueda resistir proyectiles del calibre 7,62 mm, nada impide que Trump continúe saludando sin protocolo, haciéndose fotos con simpatizantes o conduciendo sin escolta a escasos metros de potenciales amenazas.

Como recogió The New York Times tras el incidente en Florida, hay días en que los controles desaparecen, los magnetómetros no se usan, y el presidente pasea entre vendedores y curiosos con apenas una advertencia de sus agentes. La seguridad, a veces, depende más del azar que del blindaje. Que le acompañe la mejor de las suertes… pero que use el carrito de vez en cuando.

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