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Rusia construye el mayor radar de escucha del mundo a 25 kilómetros de Polonia

El emplazamiento se encuentra en Kaliningrado, en un bosque muy cerca de la frontera con la OTAN

Rusia construye el mayor radar de escucha del mundo a 25 kilómetros de Polonia

Un cadete instala una antena repetidora en Ucrania. | Pavlo Bahmut (Zuma Press)

Antes de morder, los perros ven, o al menos oyen o huelen. Rusia está emprendiendo algo similar con la construcción de instalaciones militares que se supone son secretas, o al menos discretas. El problema es que un actor clave en un marco agitado y poco previsible está plantando sus reales a las puertas de un país clave de la OTAN: Polonia.

Aunque a veces parezca aletargada, la maquinaria bélica de Vladimir Putin y de sus antecesores nunca se detiene. Una de sus últimas jugadas es construir lo que se cree que es un sistema de antenas de escucha en el delicado enclave de Kaliningrado. Esta porción de territorio ruso –una especie de Andorra de Moscú– limita con Lituania y Polonia, y con sus 15.000 km², medio millón de habitantes y acceso al mar, se la describe como «la bomba de relojería de Rusia en Europa».

Puede que no sea para tanto, pero con Moscú nunca se está completamente seguro. Desde que comenzó la guerra con Ucrania, todo su espacio radioeléctrico se ha convertido en un campo de minas invisible para los aviones comerciales. Todos los expertos señalan este enclave como origen de interferencias de todo tipo, que despistan a los GPS y afectan las telecomunicaciones de aviones con pasajeros.

Este mismo año, técnicos polacos rastrearon interferencias en el sistema global de navegación por satélite (GNSS) en el Báltico, originadas desde una instalación costera en Kaliningrado y otra en San Petersburgo. Esta guerra electrónica puede alterar los datos del GPS e introducir errores en los sistemas de piloto automático de barcos o aviones, algo extremadamente peligroso cuando vuelan con combustible limitado.

Lo más reciente proviene del equipo de investigación Tochnyi, un grupo de inteligencia de código abierto que busca ofrecer información precisa sobre la guerra entre Rusia y Ucrania. Según un informe reciente, lo que descubrieron se encuentra en los bosques que rodean el óblast de Kaliningrado, a apenas 25 kilómetros de la frontera con Polonia, país miembro de la OTAN.

Las primeras noticias sobre este sitio se remontan a 2023, cuando se detectó que en las coordenadas aproximadas 54.56260 N y 21.82756 E algo inusual estaba ocurriendo: se estaban excavando círculos concéntricos en el suelo, similares a los sistemas de riego, pero con una precisión notable. Aquella construcción de geometría extraña presentaba caminos de acceso que convergían en un canal central, y al principio no se observaban indicios de hangares, bases militares o estructuras asociadas.

En las imágenes iniciales se distinguía un centro nivelado, rodeado por círculos, con algunos caminos radiales que los conectaban. Según los analistas, la distribución coincide con la de una gran matriz de antenas, con un uso militar tan evidente que se cree permitirá a Rusia interceptar comunicaciones de la OTAN en la región del Báltico y zonas cercanas a Polonia.

Esta configuración apunta a una matriz circular de antenas (CDAA). Este tipo de sistema permite la triangulación de señales de radio: útil para radionavegación, misiones de búsqueda y rescate, vigilancia del espectro y, sobre todo, inteligencia. El objetivo aparente sería interceptar señales de la OTAN cerca de Polonia, de modo que Rusia podría saber si la alianza moviliza recursos hacia los países bálticos o si están realizando ejercicios dentro de Polonia.

Los investigadores advierten que aún es difícil determinar el tamaño exacto de la instalación, pero las estimaciones iniciales apuntan a una extensión circular de hasta 1.600 m de diámetro, lo que la convertiría en la CDAA más grande del mundo. Este grupo ha señalado que estas instalaciones «representan un puente entre la tecnología de la Guerra Fría y la doctrina militar moderna, una que valora la negación, la vigilancia y el dominio de la información», sin dar una fecha estimada de su entrada en funcionamiento.

Un proyecto que no es nuevo

Las imágenes satelitales muestran que los trabajos comenzaron en marzo de 2023, con la limpieza del bosque y la construcción de un acceso. Para mediados de 2025 ya se habían completado siete anillos concéntricos, una valla perimetral y vías radiales que atraviesan la estructura.

Esto no es un hecho aislado: Kaliningrado ha sido durante décadas un bastión militar ruso, con bases, armas estratégicas y tropas emplazadas allí. Antes del verano, The Kyiv Independent informó que Rusia estaba renovando o ampliando cinco almacenes para armamento nuclear, siendo uno de los más notables el ubicado precisamente en Kaliningrado. Este pedazo de suelo ruso está en el corazón de toda esta estrategia híbrida: un enclave remoto que Putin puede usar para amenazar constantemente a Europa.

Aunque la construcción inició en 2023, se especuló en algunos medios que, durante negociaciones de paz entre Putin y el expresidente Trump, el tema pudo haber sido utilizado como carta de negociación: «Mirad cómo nos preparamos contra la OTAN; si hay una paz favorable a Rusia, no será necesario usar esto». Sin embargo, esto no ha sido confirmado y nadie sabe realmente qué temas se trataron en esas reuniones.

Control del entorno

Un sistema como este, una CDAA, permitiría a Rusia monitorizar comunicaciones electrónicas en Europa del Este y el Báltico. Más preocupante aún, podría operar en frecuencias muy bajas (VLF o LF), utilizadas para comunicarse con submarinos sumergidos. El Báltico conecta con el mar del Norte y luego con el Atlántico a través de canales en Dinamarca. Aunque los submarinos rusos deben emerger en esas aguas según la ley internacional, no siempre está claro si lo hacen en todo momento.

Por otro lado, la CDAA podría dificultar considerablemente la navegación militar y civil en el Báltico: interceptación de mensajes, conocimiento de movimientos navales y de buques civiles, y control híbrido que se disfraza de tecnología inocua están entre sus capacidades potenciales.

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