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El mayor fabricante de armas de Alemania regala condones para reclutar a los jóvenes

En un sector que cada vez necesita más trabajadores, Rheinmetall lanza una llamativa campaña para atraer nuevo talento

El mayor fabricante de armas de Alemania regala condones para reclutar a los jóvenes

Militares alemanes en una imagen de archivo. | EP

La industria de defensa tiene un problema: le faltan jóvenes. Muchos no se sienten atraídos por trabajar en un sector con mala imagen. Para revertir esta tendencia, Rheinmetall, el mayor fabricante de armas de Alemania, ha decidido probar nuevas fórmulas. La compañía, que también gana peso en España y acaba de anunciar que duplicará su inversión en el país, ha lanzado una campaña tan llamativa como polémica.

Según publica Bloomberg, la empresa ha sorprendido en ferias de empleo repartiendo preservativos personalizados con su logotipo y el lema: «La seguridad es lo primero. Siempre y en todas partes». Una estrategia provocadora con la que busca captar la atención de potenciales candidatos en un mercado laboral muy competitivo. La oferta no se limita a gestos simbólicos. Rheinmetall también promete sueldos más altos a los nuevos contratados, en un intento por seducir a una generación que duda de su futuro profesional y que tradicionalmente ha estado poco vinculada a un sector percibido como masculino y en declive.

Un preservativo distribuido por la empresa armamentística alemana Rheinmetall. | Aaron Kirchfeld (Bloomberg)

El fabricante alemán no está solo en esta carrera por rejuvenecer la plantilla. Otras empresas de defensa también están probando tácticas originales: desde ofrecer clases de yoga a los aspirantes hasta ampliar el radio de contratación para captar perfiles insospechados, como cocineros de restaurantes reconvertidos en soldadores de buques de guerra.

La urgencia es evidente. Con una fuerza laboral envejecida y dificultades para competir con otros sectores más atractivos para ingenieros o programadores, la industria armamentística intenta retener y atraer talento en un contexto de desindustrialización, falta de inversión y mala reputación pública. Como reconocen analistas del sector, la defensa ha sido «una industria en declive durante mucho tiempo», y ahora necesita reinventarse para asegurar su futuro.

Problemas con el Gobierno de España

Por otro lado, la entidad alemana mantiene un frente abierto con el Gobierno de Pedro Sánchez. Según adelantó El Economista, a raíz de los problemas en su principal planta de munición en España. El consejero delegado de la compañía, Armin Papperger, denunció recientemente que la fábrica de Javalí Viejo (Murcia) permanece prácticamente paralizada por la falta de autorizaciones administrativas.

Durante la última presentación de resultados, Papperger subrayó que no existen trabas en la producción ni en el mercado, pero sí un obstáculo burocrático: «Murcia nos está dando problemas con el almacén de municiones porque no podemos vender cartuchos completos, aunque la pólvora está lista y todas las producciones están en marcha», explicó. Según el directivo, la reactivación de la actividad dependía de un «simple sello» pendiente del Ejecutivo español. «Si lo conseguimos, trabajaremos 24 horas al día, siete días a la semana para atender a nuestros clientes», aseguró, y añadió que desconoce si el permiso llegará en septiembre o en octubre.

La situación tiene su origen en una inspección de la Policía Nacional, que en mayo detectó irregularidades en las medidas de seguridad de la planta tras el accidente registrado en enero, cuando una deflagración provocó la muerte de un trabajador y dejó varios heridos. Rheinmetall Expal Munitions, filial española del grupo, cuenta con otras cinco fábricas además de la de Murcia: en Trubia (Asturias), Páramo de Mesa (Burgos), Navalmoral y El Gordo (Cáceres), y Albacete. Con sede en Madrid, la compañía se especializa en la producción de granadas de mortero, munición de calibre medio, espoletas y sistemas de propulsión de cohetes, y trabaja tanto para ejércitos internacionales como para las Fuerzas Armadas españolas.

Multiplicó por 15 su beneficio en España

La filial española de la armamentística alemana además cerró 2024 con unos resultados históricos. La compañía obtuvo un beneficio neto de 207,5 millones de euros, una cifra que multiplica por quince las ganancias del ejercicio anterior, cuando apenas alcanzaron los 14 millones, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil y consultadas por Europa Press.

El fuerte aumento de la rentabilidad vino acompañado de un salto en la facturación. La subsidiaria española alcanzó una cifra de negocio de 639,4 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 341% respecto a 2023, cuando ingresó 145 millones.

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