El lanzacohetes español antitanque que enamora a los 'youtubers' ucranianos
Por fiabilidad, sencillez de manejo, ligereza y pegada, el C90 de la zaragozana Instalaza es una de sus mejores opciones

Un 'youtuber' con un lanzacohetes C90 | Valgear
Les encanta. El Gobierno español no ha sido uno de los más generosos con Ucrania de su entorno, pero una de las piezas remitidas desde el Ministerio de Defensa es una de las más valoradas por el ejército de Kiev. Se trata del lanzacohetes C90 de la zaragozana Instalaza, y tanto es así que hasta le están dedicando vídeos en YouTube alabando sus capacidades. «Es de lo mejor que tenemos aquí», dice un soldado ucraniano. Veamos por qué.
Según el Kiel Institute for the World Economy suizo, y en un estudio que cubre 41 países, España es el séptimo por la cola en cuanto a su generosidad con Ucrania. La cuantificación estima que las cifras rondan el 0,1 del PIB, y deriva en ayuda militar, financiera y humanitaria desde el 24 de enero de 2022. Estamos muy lejos de la aportación de Alemania, Reino Unido o Francia, y a años luz de la estadounidense. Sin embargo, el ejército de Volodímir Zelenski agradece, desde las primeras semanas del conflicto, la utilización del C90, una eficaz arma antitanque.
Los primeros C90 empezaron a llegar a suelo ucraniano en marzo de 2022, apenas tres semanas después de comenzar la invasión rusa. Los modelos recibidos fueron del tipo C90-CR (M3.5), la versión antitanque más reciente de este lanzacohetes en ese momento. Desde entonces son una de las herramientas más valoradas en el frente. Así lo expresa el canal de YouTube Valgear, que cuenta con 95.000 suscriptores y analiza armamento y tácticas en este conflicto.
El anónimo protagonista de este canal se presenta como un soldado en activo. Deja en el aire la pregunta de cómo se ha hecho con una pieza tan poco habitual para poder dispararla contra una colina a modo de prueba. En uno de sus últimos vídeos dedica una cascada de elogios a esta arma, de la que afirma es más ligera y contundente que sus competidores procedentes de países del este. Todos ellos son más pesados, carecen de la misma pegada o son más complejos de operar.
El C90 de la compañía maña lleva décadas de evolución, y eso se nota. El concepto es de finales de los años 70, y fue admitido en el ejército español en 1983. No es el más sofisticado, pero a base de pequeñas mejoras y evoluciones ha acabado siendo un arma de una eficacia más que probada, y por diversos motivos.
Instalaza diseña, fabrica y ensambla en su factoría tanto los tubos lanzadores como las municiones, visores y la electrónica asociada. Este enfoque integral le permite controlar la calidad en cada etapa del proceso y adaptar el producto final a las necesidades concretas de sus clientes. En la actualidad superan los 40 países, y más del 80% de su producción se destina a la exportación.
Frente a la percepción de que ciertas categorías de armamento están quedando obsoletas ante la irrupción de nuevos vectores como los drones FPV o los misiles guiados, el caso del C90 demuestra que la utilidad táctica de las armas desechables y portátiles sigue siendo vigente. Es eficaz, de muy fácil manejo, no requiere de un gran entrenamiento y es muy sólido al carecer de tecnologías avanzadas. De forma paralela, su huella logística es muy limitada, y es prácticamente inmune a alteraciones del funcionamiento por interferencias o afecciones externas.

Su eficiencia se basa en gran medida en su sencillez y ausencia de alta tecnología. La guerra urbana moderna está empezando a saturarse de sensores acústicos, térmicos y electromagnéticos, y es en la proximidad entre las fuerzas enfrentadas donde se requiere de un armamento discreto, eficaz y seguro. Es en este terreno en el que destaca la familia del C90.
El anónimo protagonista del vídeo explica cómo se utiliza el lanzacohetes paso a paso. El uso de este lanzacohetes sigue una secuencia diseñada en busca de la seguridad y la eficacia del operador. Cada unidad se presenta en una caja individual con protección antiestática y una cubierta exterior que resguarda la óptica y el mecanismo de disparo.
Mecanismo sencillo
Para activarlo, el soldado debe retirar las protecciones del gatillo y de la óptica, desplegar esta última, quitar la cubierta frontal y colocar el lanzador sobre el hombro. Una vez en posición, se arma mediante una palanca lateral y se desactiva el seguro antes de presionar el disparador (no un gatillo sino un botón). En caso de no efectuar disparo alguno, el procedimiento permite volver a asegurar y desactivar el arma.
El C90-CR-CB (M3.5) cuenta con una óptica fija de dos aumentos equipada con una retícula similar a la de un rifle de francotirador, diseñada para estimar distancias y velocidades de blancos móviles. En modo antitanque, adopta forma de «V» para medir el ancho de vehículos. Más abajo, puntos de referencia marcan trayectorias según velocidades de 20 o 40 km/h, lo que permite corregir la puntería sin necesidad de cálculos complejos.
Este diseño facilita disparos precisos hasta 350 metros, y alcanza los 700 en escenarios con objetivos aéreos, con una velocidad inicial de 160 metros por segundo. Para ello dispone de al menos cuatro tipos de munición: antitanque de alto explosivo, de doble propósito, rompebúnkeres y de humo. La variante C90-CR-RB (M3.5), empleada por fuerzas ucranianas, es capaz de perforar hasta 500mm de acero homogéneo o un metro de hormigón, una cifra sorprendente en un arma que pesa apenas cinco kilos.
Mucha potencia, retroceso acusado
El proyectil incluye estabilizadores que se despliegan al salir, lo que genera un cierto retroceso y una firma visual con humo en ambas direcciones. Su rendimiento lo sitúa por encima del RPG-22 y a la par del Matador alemán, pero con mejor relación peso-potencia, lo que permite llevar más unidades en combate. (Sí, se llama Matador, en español, del acrónimo Man-portable Anti-Tank Anti-DOoR).
Para entornos urbanos, donde las distancias de combate se han reducido, los costes importan y la sencillez se impone, Instalaza tiene algo aún mejor: el CS90. Optimizado para escenarios cerrados, su perfil térmico y acústico ha sido rebajado al máximo, lo que dificulta su localización por parte de sensores enemigos.
Al CS90 se añade la versión CS90-ER, dotada de un motor de crucero que permite extender el alcance efectivo a algo más de los 600 metros. Esta versión especial no solo amplía las distancias de enfrentamiento, sino que también incrementa la precisión al permitir trayectorias más estables, menos vulnerables a interferencias externas y con una energía cinética superior en el impacto.
Coste limitado con eficacia de armas más complejas
Pese a que este rango lo sitúa en la órbita de algunos misiles anticarro, el CS90-ER se presenta como una alternativa mucho más asequible en términos económicos. Esta ventaja resulta decisiva en un momento en el que la proliferación de drones, sistemas guiados y vehículos terrestres obliga a los ejércitos a reevaluar el equilibrio entre coste y eficacia.
Valgear, el youtuber ucraniano, no tiene dudas y lo deja bien claro en su vídeo: las armas occidentales son mejores que aquellas a las que estaba acostumbrado y que venían de países del este. Los RPG rusos son más toscos y no tan potentes, el Matador 90 alemán es muy bueno pero es más caro y pesa casi el doble. Con el que se queda es con el español, por fiabilidad, sencillez de manejo, ligereza y pegada, del que afirma que «es una de las mejores opciones que tenemos actualmente».
