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'Black Myth: Wukong' ¿Es tan bueno como para optar a mejor juego del año?

La desarrolladora Game Science presenta una lograda adaptación del clásico de la literatura china ‘Viaje al oeste’

‘Black Myth: Wukong’ ¿Es tan bueno como para optar a mejor juego del año?

Captura de pantalla del videojuego 'Black Myth: Wukong'. | Game Science

Después de haber lanzado un par de títulos para dispositivos móviles, la desarrolladora china Game Science puso toda la carne en el asador para desarrollar este juego, que hoy se estrena con gran expectación y un acabado de una calidad gráfica sorprendente, gracias a la utilización del aclamado Unreal Engine 5. Mucho se ha hablado sobre si iba a ser un souls puro o si iba a tornarse más asequible para todo tipo de usuarios, alejándolo de la tremenda dificultad que estos muestran a la hora de enfrentarse a jefes finales difíciles de eliminar. Lo mismo sucedió con Lies of P, la alternativa historia de Pinocho con ambientación victoriana que tan buen sabor de boca dejó tras su estreno. Los RPG de acción están últimamente girando hacia una jugabilidad más asequible, facilitando el incremento de usuarios sin perder muchas de las características de los clásicos soulslike tan de moda, sobre todo entre los más exigentes jugadores.

La historia de Black Myth: Wukong está inspirada en la clásica novela china Viaje al oeste, publicada en el siglo XVI, durante la dinastía Ming. En ella, se narra la aventura de un monje budista en los territorios occidentales de Asia para encontrar escritos sagrados, ayudado por tres personajes que velarán por su seguridad. Entre estos se encuentra el protagonista de este novedoso videojuego, el rey mono, Sun Wukong. Un hombre mono que posee ágiles movimientos, una fuerza sobrehumana, un cabello mágico que le proporciona la habilidad de invocar clones de sí mismo y la capacidad de transformarse en diferentes animales y objetos además de conocer hechizos con los que congelar enemigos, separar el agua o dirigir el viento.

En diferentes momentos del videojuego se nos narra la mitológica historia de cada uno de los personajes que vamos encontrando, para situarnos más específicamente en la biografía de este hombre mono que se transformó en inmortal y llegó a enfrentarse al mismísimo dios Buda gracias a un monje. Efectivamente, nos encontramos con un juego en tercera persona para un jugador, que, aunque no posee las exigencias de los souls, sí nos va a llevar a emplearnos muy a fondo con muchos de los jefes que nos iremos encontrando por el camino. Pero las posibilidades que nos brinda para el personaje se muestran suficientes como para que bien gestionadas, no seamos eliminados una y otra vez por el duro enemigo de turno.

Esto no quiere decir que no vayamos a caer ante algunos, que nos obligarán a plantearnos modificar el árbol de habilidades para aumentar nuestro poder de resistencia, lucha y supervivencia, amén de toda la cantidad de poses y transformaciones que podemos llegar a conseguir. Además, podremos obtener mejoras para nuestra arma, un bastón con propiedades mágicas en el que podremos hasta incorporarnos verticalmente sobre su extremo para mantenernos elevados ante el enemigo, alejándonos así de sus ataques para posteriormente asestarle un gigantesco golpe de proporciones extraordinarias. Con solo dos tipos de ataque, podremos salir airosos de cualquier situación sin tener que recurrir a ningún tipo de parry o bloqueo, pues el juego carece de ellos.

La defensa se consigue gracias a las esquivas, y los ataques potentes se podrán ejecutar tras haber conseguido los puntos de concentración suficientes tras nuestras primeras combinaciones de golpes y combos. La historia se divide en capítulos en los que recorreremos diferentes escenarios exquisitamente diseñados, en los cuales encontraremos los denominados «altares del custodio», lugares en los que el rey mono depositará un pelo a modo de barra de incienso para conseguir un campamento desde el que podremos ver nuestro progreso en la aventura, fabricar útiles, elaborar brebajes y medicinas para portar en nuestra calabaza, además de comerciar en la tienda.

Sin lugar a duda, el plato fuerte del título se encuentra en la cantidad de jefes duros de roer a los que nos vamos a tener que enfrentar cada vez que doblemos la esquina; más de setenta, que se dice pronto. Seres mitológicos excelentemente recreados que poseen, cada uno de ellos, diferentes habilidades que, una vez derrotados, podremos utilizar en algún momento de nuestras batallas, incluyendo la posibilidad de transformarnos en ellos durante un leve periodo de tiempo. Terroríficos seres de fábula cuya simple aparición nos pondrá los pelos de punta en espera de su inesperado ataque.

No existe la posibilidad de elegir un modo determinado de dificultad, ya que solo dispone de la que la empresa desarrolladora ha implementado por defecto, que está perfectamente ajustada, al igual que la fluidez de movimientos a la hora de los combates. No es un juego de mundo abierto, aunque a medida que avanzamos por los capítulos encontramos escenarios con diferentes caminos a explorar. Se echan en falta más momentos de asueto, incluso algún que otro puzzle para descansar del agotador devenir de jefes enemigos.

Esto puede ser lo que haga dudar a muchos para considerarlo uno de los pretendientes a juego del año. Pero el ejercicio de adaptación de la mística de la novela a una trama absolutamente cinematográfica, los extraordinarios escenarios al aire libre con paisajes apabullantes como los que descubrimos nada más empezar el juego con los entornos nevados y la fluidez en los combates, lo convierten en claro contrincante para los pretendientes a GOTY.

Black Myth: Wukong Disponible desde hoy para PlayStation 5, PC y, próximamente, para Xbox series.

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