El mundo del videojuego celebra 30 años de PlayStation en la previa de The Game Awards
Sony regala un ‘Gran Turismo’ para celebrar sus tres décadas en plena polémica por los nominados a juego del año
Geoff Keighley, el responsable de dirigir la ceremonia de 'The Game Awards', considerados como los premios Oscar del mundo de los videojuegos. | The Game Awards (RRSS)
Para empezar, se cumplen treinta años del lanzamiento de la primera PlayStation, aquella consola gris que revolucionó un mercado dominado por la Nintendo 64 y la Sega Saturn. Hasta tal punto ha llegado el éxito de la marca que cuando alguien se refiere al hecho de jugar una partida de videojuegos, lo hace diciendo «jugar a la play». Sony ha aprovechado el cumpleaños para regalar a todos los usuarios de PlayStation 4 y PlayStation 5 un título gratuito que se pueden descargar y que forma parte de una de las franquicias estrellas de la marca: Gran Turismo.
Bajo el nombre de My First Gran Turismo, han lanzado esta reducida entrega del simulador automovilístico para que todos aquellos que no han podido introducirse en su universo hasta el momento puedan conocerlo, así como para que los asiduos al título puedan acceder a nuevos vehículos si poseen la última entrega de la franquicia, la séptima. Esta nueva entrega posee, además de la posibilidad de practicar a nuestro aire, cuatro modos de juego habituales de la marca. En primer lugar, el centro de licencias en el que deberemos conseguir llegar a buen puerto en cada una de las pruebas de los tres carnets incluidos, obteniendo buena puntuación dentro de los tres mejores tiempos pertenecientes a las medallas de oro, plata o bronce.
Así, se trata de un título ideal para aprender a trazar las curvas o a frenar en el momento oportuno, todo bajo las indicaciones de una experta que nos guía a lo largo del juego. En segundo lugar, el modo carreras en el que competiremos en el conocido circuito del juego Deep Forest para conseguir una buena posición en tres competiciones: ‘Sunday cup’, ‘Clubman cup’ y ‘Gt cup’. El tercer modo se denomina ‘rally de música’, y en él deberemos conseguir un buen tiempo adelantando a otros vehículos antes que termine la composición musical que acompaña a la carrera, siendo una de ellas el conocido góspel When the saints go marching in.
Y el último modo que podemos disfrutar en este reducidísimo gran turismo es el modo contrarreloj, donde habrá que intentar conseguir un buen tiempo que alcance los marcados por los tres primeros puestos en los tres circuitos que se presentan. Durante cada uno de los modos iremos desbloqueando los 18 coches que contiene el título, así como el pasaporte de My First Gran Turismo una vez completado el juego.
En otro orden de cosas, este próximo viernes 13 de diciembre a la una y media de la madrugada se celebrará en Los Angeles la gala de The Game Awards que este año llega con más polémica que nunca. Se presentarán novedades del mercado para el próximo año y se otorgarán los galardones a los mejores del presente tras las votaciones de la prensa especializada y en menor medida, de los aficionados.
La polémica viene dada tras las nominaciones a mejor juego del año, entre las que se encuentran: Astro Bot, Balatro, Black Myth Wukong, Elden Ring: Shadow of the Erdtree, Final Fantasy VII Rebirth y Metaphor: ReFantazio. La organización se encargó de cambiar los parámetros en las votaciones, y en el mes de noviembre comunicó a la prensa especializada que sería posible votar remakes y DLC. THE OBJECTIVE ya anunciaba que la expansión de Elden Ring era tan buena que, de haberse llamado Elden Ring 2, podría haber sido un firme candidato a mejor juego del año. Además, era necesario disponer de la primera entrega para disfrutarlo como expansión.
Pues bien, con esta jugada queda claro que ahora puede conseguirlo. Y es que cada vez es más notorio que este evento no cuenta con los verdaderos trabajadores de la industria, los que se rebanan los sesos para conseguir que los videojuegos se puedan considerar arte en toda la amplitud de la palabra. Ni tampoco cuenta con los millones de usuarios que compran y juegan títulos que en muchas ocasiones ni aparecen en las listas de nominados. Esta ceremonia se ha terminado convirtiendo en el cortijo de un señorito que hace y deshace como le viene en gana, alimentándose de la publicidad que nunca le ha faltado.
Díganme si no por qué Balatro, un juego de cartas indudablemente adictivo que es más parecido a un juego de mesa que a un videojuego y que está nominado a mejor juego indie, mejor juego para dispositivos móviles y mejor dirección, opta a ser el mejor videojuego del año, saltándose los parámetros con los que se miden actualmente los grandes títulos: imagen, guion, sonido, innovación, personajes, música, jugabilidad, gráficos, etcétera.
No, no ganará, pero por alguna razón, al señor del cortijo le interesa que un producto tan adictivo que ha generado más de cuatro millones de dólares únicamente en sus versiones para dispositivos móviles esté ahí, considerándose un hito como producto indie desarrollado por una sola persona, a quien, por otro lado, felicitamos por haber sido tocado con la varita del éxito. Al César lo que es del César. En resumen y como viene siendo habitual, ni son todos los que están ni están todos los que son.
