'Monster Hunter Wilds': el gremio de cazadores se lanza en busca de nuevos jugadores
La nueva entrega de la franquicia de caza de criaturas colosales lleva la acción a tierras inexploradas

Captura de pantalla del 'Monster Hunter Wilds'. | Capcom
Hacía tiempo que no afrontaba una nueva aventura como cazador de moles salvajes. Recuerdo con nostalgia esos primeros juegos de la franquicia, incluyendo mis cabriolas con las consolas portátiles ante dificultades extremas a la hora de vencer un monstruo. Y la verdad es que después de haber trasteado con Monster Hunter: World, mis expectativas de sorpresa con esta nueva entrega no eran muy altas. Monster Hunter Wilds nos introduce en un grupo del gremio de los cazadores vigilantes para cumplir un mandato de búsqueda: se nos encarga encontrar a Natan, un pequeño que se perdió en las tierras prohibidas tras una cruenta batalla contra un terrorífico animal volador que llaman «el espectro blanco». Las tierras prohibidas dejaron de estar pobladas miles de años antes y su hábitat es un misterio para los cazadores.
Afortunadamente, existen todavía pequeñas poblaciones que resisten a los peligros y con las que vamos a mantener un estrecho contacto de amistad y apoyo incluyendo al pueblo de pequeños felinos que nos facilitará la posibilidad de establecer campamentos en sus territorios. La narrativa corre un papel más importante de lo habitual sobre lo ya visto, acompañando durante toda la primera parte de la aventura a una jugabilidad accesible que se torna más exigente a partir de la mitad de la historia, momento a partir del que tendremos que enfrentarnos a monstruos más poderosos.
Los primeros pasos tras esta dramática introducción nos sitúan en un campamento en donde no falta de nada: la forja y su encargada que nos ayudará a mejorar las armas, el encargado del almacén en donde podemos comprar y vender objetos, un puesto de información de brigadas para realizar misiones alternativas, un encargado de víveres… Todo muy organizado y completo, sin olvidar la cantidad de objetos para gestionar y la cantidad de fórmulas y combinaciones que podemos aplicar a nuestro personaje y su armamento, tanto que puede resultar apabullante a los nuevos jugadores.
Entender cómo intercambiar objetos de la bolsa al baúl y viceversa con una interfaz repleta de menús y ruletas de uso rápido para situar los objetos de acción, munición, consumibles e incluso frases hechas para utilizar en el modo multijugador, hierbas para crear pócimas, alimentos para cocinar, numerosos tipos de proyectil, mejoras para las 14 armas de las que disponemos, objetos alternativos como la caña de pescar, los prismáticos, el desodorante para disimular el hedor que algunas bestias expulsan para inmovilizarnos… En definitiva, para tomárselo con tranquilidad y poco a poco irnos enterando de cómo funciona la gestión y uso de todo lo que disponemos, que seguramente resultará una concesión excesiva para los hooligans de la franquicia.
En este precioso mundo que no es abierto, pero lo parece, encontraremos campando a sus anchas, animales de diferentes razas entre los que se encuentran enemigos temibles que no dudarán en acecharnos por tierra, mar o aire en cuanto acudamos a su captura para completar una misión. Los biomas que recorreremos mantienen una grandiosidad y detalle dignos de disfrutar: desiertos en los que nos enfrentaremos a tormentas de arena, tupidas selvas tropicales con copiosas lluvias, zonas acuáticas, zonas de lava, parajes helados y misteriosas cuevas con bella iluminación. El acabado es maravilloso. Todo es ponerse y adquirir la agilidad suficiente como para enfrentarnos a un gigantesco bicho que de un solo zarpazo o mordisco nos puede eliminar, además ahora pueden ir en manada que es otra novedad. El arma pesa, es mejor guardarla para que nos movamos con cierta ligereza a la hora de esquivar evitando ataques.
En Wilds tenemos la posibilidad de cambiarla sin tener que pasar por los campamentos, podemos hacerlo mientras montamos a nuestro «seikret», criatura que pronto tendremos a nuestra disposición para trasladarnos más rápido en las grandes distancias, aunque también existe la posibilidad de usar viajes rápidos entre zonas. El seikret es una especie de ave corredora con la que también podemos planear si saltamos desde alturas, y que podremos personalizar cambiando el color de su plumaje y añadiéndole abalorios, además posee una bolsa en la que también podemos guardar munición y objetos de ayuda para los enfrentamientos y nos puede guiar automáticamente hacia nuestro objetivo mientras disfrutamos de las vistas y recogemos objetos con la eslinga, una especie de cable gancho que igual que golpea, arrebata.
La personalización de personajes es otra de las increíbles novedades para disfrutar incluyendo la de ese gato, ya seña de la franquicia, que nos acompaña durante la aventura, compañero de batallas que habla de forma entusiasta y que además de luchar a nuestro lado nos brindará pociones y antídoto si la refriega está siendo demasiado crítica. Enfrentamientos que me obligan a echar la vista atrás para recordar lo que vimos en Shadow of The Colossus, enormes criaturas con zonas vulnerables que se destacan bien con un brillo, o bien con heridas sangrantes sobre las que deberemos insistir para reducir su fuerza y conseguir derrotarles incluso subiéndonos a su lomo, la fórmula también la hemos visto en Dragon´s Dogma 2. Además, disponemos de un modo de apuntado para localizar con mira esos puntos débiles.
Mientras, podemos alternar entre escapes para tomar aliento, pociones y cambios de arma o munición para seguir el ataque, bien a pie o sobre nuestra montura, método que a veces resulta más satisfactorio empleando armas de distancia como las ballestas. Eso sí, reducir a una de estas criaturas no es ni rápido ni fácil, la mayoría de ellas se puede convertir en todo un jefe final si previamente no hemos buscado cuáles son sus puntos débiles y la munición más efectiva contra ellos (rayo, fuego, agua, hielo, veneno, parálisis…) en el libro bestiario de bolsillo que engloba las fichas de cada uno de los monstruos grandes, pequeños, acuáticos, e incluso flora que vamos descubriendo. Al reducir una bestia obtendremos útiles de mejora para nuestras armas y viales, dinero y reputación para aumentar nuestro rango de cazador.
En caso de que no nos sintamos lo suficientemente preparados para afrontar tales retos, siempre tenemos la opción de lanzar una bengala de ayuda para que puedan apoyarnos otros cazadores y jugadores en línea. Por otro lado, el modo multijugador cuenta con misiones alternativas, tanto en eventos como creadas por los jugadores, para el disfrute cooperativo entre todas las plataformas al poseer el juego cruzado. Y para guinda de los jugadores más clásicos de la franquicia, encontrarán conocidos monstruos con mejoras relevantes en sus reacciones. Monster Hunter se ha engrandecido en todos los aspectos resultando un juego verdaderamente apabullante y más accesible pese a quien le pese y del que se esperan nuevos contenidos tras su estreno.
Monster Hunter Wilds estará disponible a partir del próximo día 28 de febrero para PlayStation 5, Xbox series y PC.