'Assassin's Creed Shadows': Ubisoft estrena su videojuego más esperado
La anticipada versión del Japón feudal por parte de la compañía francesa llega con importantes novedades para la saga

Yasuke y Naoe, los dos protagonistas jugables de 'Assassin's Creed Shadows'. | Ubisoft
Shadows le va a dar nueva vida a la franquicia con todas sus novedades y un acabado visual que resulta verdaderamente espectacular. La saga dejó atrás aquellos momentos en los que el protagonista se desdoblaba temporalmente a través del denominado «Animus», esa máquina que se usaba para revivir las memorias de personajes de antiguas civilizaciones e intentar localizar los denominados «fragmentos del edén» recodificando la memoria de la persona para hacerla revivir sincronizadamente en un plano tridimensional.
Si en un principio la sensación es que vamos a enfrentarnos a una aventura alejada de la esencia propia de la franquicia reviviendo el pasado de sus dos protagonistas a través de sus dos momentos más relevantes, poco a poco nos vamos adentrando en una aventura que utiliza prácticamente todas las herramientas a las que la saga nos tiene acostumbrados desde su primera entrega, incluyendo nuevas opciones que enriquecen la experiencia. Yasuke y Naoe son sus dos protagonistas, podremos avanzar en el juego con uno u otro a partir de cierto momento. Esta es una de las novedades que tiene el título, y no hablamos de manejar dos perfiles parecidos como los hermanos de Assassin´s Creed Syndicate.
Yasuke es un esclavo llegado al Japón feudal gracias a los jesuitas que quieren promover la presencia del catolicismo durante el periodo sengoku, tiempo de guerra civil que empezó a finales del siglo XV y no acabó hasta finales del XVI. Al empezar la aventura es presentado al malvado señor feudal de turno, Obu Nobunaga, que le alista en sus tropas por su maestría y corpulencia en los combates. Yasuke se convierte en un samurái capaz de derribar cualquier puerta con su fuerza bruta, en hacer temblar el suelo con una simple patada y en el manejo de armas pesadas incluyendo el kanabo, una contundente y pesada maza y el rifle tipo trabuco además de la katana entre otros. Por su parte, la jovencita Naoe se revela como una auténtica shinobi, que es como se denominaba a los ninjas en el Japón feudal.
Naoe es el personaje con las características más parecidas a los assassins, teniendo el sigilo como una de sus armas más efectivas además de un poderío increíble a la hora de hacer parkour y por supuesto su arte con la katana, el kusarigama y el tanto. La historia de Naoe irá desgranándose a medida que ésta se ejercite en la meditación, reflejada como minijuego bajo el nombre de «kuji-kiri» pulsando a ritmo determinados botones para conseguir no solo información de su pasado sino también puntos de sabiduría que, junto a la reputación que va adquiriendo mientras resuelve misiones, le facilitarán maestría y habilidades en las armas y el sistema de combate canjeándolos en los árboles de mejora correspondientes. Una vez presentados los dos protagonistas, debemos desgranar todas las novedades que encontramos en cuanto a nuevos movimientos y nuevas herramientas en el juego.
Para empezar, la posibilidad de echarse cuerpo a tierra y reptar para ocultarse pasando desapercibidos, además del uso de un gancho para saltar de un lugar a otro y elevarse sin tener que trepar por las paredes en determinados edificios. Y un nuevo modo de construcción para crear nuestro propio campamento, una guarida refugio con posibilidad de construir estancias conectadas entre sí y adornarlas incluyendo el entorno al que podemos añadir arbustos o farolillos luminosos.
Como estancia principal tenemos la hiroma, el establo para mantener los caballos y almacenar el material que traerán los exploradores, que a su vez dispondrán de un estudio para sus reuniones. Una forja para fabricar, modificar o desmontar armas reutilizando sus materiales. La karuega o centro de gestión de los refugios que vayamos consiguiendo a lo largo de las provincias exploradas y conquistadas. En definitiva, más posibilidades de juego que suman horas de duración y disfrute. Pero no faltan las atalayas sobre templos, palacios o incluso árboles para abrir en el mapa más información de los territorios y facilitar los viajes rápidos.
En cuanto a las misiones, en las que disfrutaremos de combates con tremenda fluidez de movimientos con bloqueos y escapatorias malabaristas y golpes finales en los que no faltan las decapitaciones, aparte de la principal misión que cubre la historia de los protagonistas, cada karuga dispone de un tablón en el que se reflejan los contratos disponibles en cada estación del año: destruir un cargamento, robar materiales o eliminar militares entre otros para obtener recursos y botín. Durante nuestras aventuras a lo largo del mapa visitando sus núcleos de población, también encontraremos lugareños que nos podrán pedir ayuda en forma de misiones secundarias.
Y a falta de águila con la que sobrevolar para descubrir enclaves enemigos, que ha desaparecido en esta entrega, disponemos de los anteriormente mencionados exploradores, que reclutaremos para nuestra guarida o mejorando la sala del estudio. Estos se encargarán de cubrir una zona del mapa a cambio de la información que obtengamos de los paisanos a los que hemos ayudado además de recolectar los recursos almacenados en las zonas conquistadas para llevarlos a nuestro establo al terminar cada estación del año. Y es que los cambios en la meteorología están muy presentes, pudiendo en una misma tarde y justo antes que caiga la noche, disfrutar de un sol brillante para a continuación sufrir un terrible aguacero, que por supuesto también influirá en los enemigos y les invitará a refugiarse. Dada la maestría que la franquicia ha mantenido reflejando parajes y civilizaciones del pasado de forma extraordinariamente realista, esta entrega no iba a ser menos.
Un mundo abierto tan grande como el de Origins en el que encontraremos puertos de mar, cordilleras montañosas plagadas de todo tipo de vegetación que vistas desde la atalaya son un verdadero espectáculo, zonas nevadas en las que el sonido de las pisadas refresca de por sí, ríos, lagos en los que la visibilidad en el buceo dependerá de la calidad del agua, agua que también esta vez podremos aprovechar para no ser vistos. Shadows es una aventura redonda tanto narrativamente como en su jugabilidad, y el solo hecho de pasear sobre nuestro caballo por esos parajes majestuosos y llenos de vida, nos da ganas de quedarnos a vivir ahí. Sin duda un claro candidato a mejor juego del año.
Assassin’s Creed Shadows: se estrena mañana para PlayStation 5, Xbox series y PC.