'Forza Horizon 5' y 'TES IV: Oblivion remastered', dos joyas que siguen de actualidad
Los dos títulos son relanzamientos, aunque su aparición en las listas de novedades se debe a razones muy diferentes

Captura de pantalla de 'The Elder Scrolls IV: Oblivion remastered'. | Bethesda Softworks
Hace unos meses, Microsoft anunció lo que ya era un secreto a voces: su juego de coches más exitoso, el Forza Horizon 5 vería la luz en la consola de la competencia, la PlayStation 5. Todo un hito para la industria con respecto a las franquicias exclusivas, algo así como si Super Mario pudiese disfrutarse en Xbox. Desde ayer es posible que los usuarios de la consola de Sony disfruten del juego de automovilismo en mundo abierto más divertido. Esa es una de las diferencias que existen con respecto al juego de coches más afamado de la consola japonesa: Gran Turismo.
En Forza, los escenarios de mundo abierto nos llevan en esta entrega a territorios mexicanos, con una excelente recreación de sus paisajes como en el caso de Guanajuato. Extensas praderas, zonas de tupida vegetación, montañas, ríos, pequeñas poblaciones, zonas áridas y un poblado mapa con competiciones y minijuegos de todo tipo que van aumentando conforme vayamos adquiriendo prestigio como pilotos. Disponemos de todo un festival automovilístico en el que poder adquirir automóviles, de la aventura Horizon en la que, asesorados por personajes, afrontaremos retos de conducción contra otros pilotos, nos convertiremos en piloto de pruebas con diversos vehículos o realizaremos fases contrarreloj con los famosos escarabajos, los Volkswagen a los que en tierras aztecas denominan «vochos».
Además, existen toda una serie de retos que en ocasiones nos llevarán a realizar maniobras acrobáticas como saltos y aterrizajes, localización de carteles por el mapeado, zonas de radar para conseguir la mayor velocidad, carreras urbanas, carreras contra aviones o trenes y un sinfín de competiciones que brindan entretenimiento variado a gusto del jugador. No, no es un simulador de conducción como Gran Turismo, aunque su manejo se acerque muchísimo a la realidad de cada uno de los 400 automóviles que podremos manejar.
La velocidad y respuesta a la hora de hacer trompos y derrapes es una delicia en este juego que posee unas imágenes absolutamente realistas, con gráficos que quitan el sentido y que, también en la consola de Sony, van a dejar asombrado al personal. Las físicas de los objetos con los que nos choquemos, las partículas en el aire, los cambios climáticos, así como las carreras nocturnas… todos los ingredientes para pasar un buen rato al volante de un supercoche virtual.
En Horizon encontraremos tráfico en cualquier momento, ya sea durante una carrera o simplemente dando un paseo por sus escenarios. Esto supone un reto añadido a muchas de las carreras que afrontemos, si nos encontramos en un túnel y nos topamos con una furgoneta atravesada en medio del recorrido, muchos pilotos crearán un pequeño atasco antes de recobrar la marcha lo que nos hará perder posiciones. En ese caso podremos echar mano del rebobinado y retroceder unos metros para afrontar la situación con perspectiva.
Tuneo y mejora de los coches, personalización de nuestro piloto, posibilidad de pujar por coches en subasta así como subastar los nuestros, competiciones multijugador incluyendo el estadio Horizon, en donde disfrutar con otros pilotos de pruebas de supervivencia, captura de bandera y un largo etcétera. Además, incluye los modos extra que podemos adquirir en la tienda online para disputar carreras en el parque Hot Wheels con circuitos peraltados en los cielos o apuntarse a la aventura de rally. Vamos, que no le falta de nada.
Forza Horizon 5 ya está disponible para PlayStation 5, Xbox series y PC.
En 2006, un juego de rol cambiaría para siempre la manera que tenía la industria de comprender este género. Sucesor de Morrowind un juego exitoso pero todavía demasiado encasillado en su nicho, The Elder Scrolls IV: Oblivion supo agrandar aún más todo lo que hizo grande a sus predecesores. Una franquicia que implantó los gigantescos mundos abiertos y una libertad nunca antes vista para el jugador, que podía deambular por ellos a su antojo mientras ejecutaba misiones, si así lo deseaba.
Ahora, con su versión “remastered“, nos encontramos con el mismo juego original, aunque con un mundo más grande gracias al añadido de sus dos expansiones: Knights of the Nine y Shivering Isles, pero retocado de principio a fin con un excelente resultado en los gráficos y mejoras en las imágenes de los personajes así como en las voces, con el juego subtitulado al castellano al igual que en su versión original. La jugabilidad es la misma, y nos atrapa desde el primer momento en que, como viene siendo habitual, nos encontramos en una celda de la que deberemos escapar después de crear nuestro personaje, eligiendo su raza y personalizando sus facciones.
De repente aparece en nuestro reducto el mismísimo emperador de todo el mundo conocido, acompañado de unos guardias que, ante la sorpresa del cautivo, abren una de las paredes de la celda para escapar de los enemigos que ansían su muerte. Mientras les acompañamos aprovechando la circunstancia, el emperador nos confía un amuleto para que se lo entreguemos a su hijo secreto. Muerto el emperador, nuestra aventura comienza saliendo de las alcantarillas para toparnos con los inmensos campos de la provincia de Cyrodiil, la zona central e imperial del continente de Tamriel en el que transcurren las aventuras de la franquicia.
El jugador deberá en primer lugar descubrir dónde se encuentra el misterioso hijo del emperador. Así, irá encontrando personajes que le propongan misiones alternativas a la principal: mantener la sangre imperial con el descendiente del emperador y su amuleto para que el imperio no se suma en la oscuridad y los señores demoniacos del desorden no gobiernen la tierra a su antojo. Este principal objetivo pasa por cerrar los portales de Oblivion, unas enormes puertas dimensionales que conectan la realidad de los mortales con una realidad paralela abarrotada de seres infernales y gobernada por un dios cruel que ansía controlarlo todo.
Orcos, elfos, brujas, personajes oscuros e incluso los soldados del imperio nos pondrán en la tesitura de combatir para seguir en la lucha. Aunque no ha cambiado la forma de enfrentar los combates con nuestras armas y hechizos, la subida de nivel cada vez que superamos objetivos y mandamos al personaje a dormir se hace más llevadera. Los amantes del rol tienen disfrute para rato con la cantidad de objetos y hechizos que vamos atesorando bien robando a los enemigos caídos o abriendo numerosos cofres localizados en interiores que nos obligarán a gestionar el peso para disfrutar de una movilidad fluida en nuestro deambular por el imperio.
Aunque si nuestro impulso es robar a cualquiera introduciéndonos en sus aposentos, con el único fin de acaparar víveres y objetos valiosos para vender, cada vez que prosigamos la marcha nos encontraremos con guardianes del imperio que, parece, han corrido la voz y nos han puesto el cartel de ladrón allá donde fuéramos. Cada clase tiene sus habilidades, que a su vez reforzarán sus atributos dependiendo de su signo astral, y además cada vez que subamos de nivel podremos aumentar tres de los atributos que deseemos. Disponemos de cinco niveles de dificultad: principiante, aprendiz, adepto, especialista y eminencia. Del jugador dependerá cómo afrontar los peligros y como mantener las barras de magia, salud y fatiga, en perfecto estado. Una joya que nos llevará muchísimo tiempo completar en su totalidad.
The Elder Scrolls IV: Oblivion remastered está disponible en Xbox series y Game Pass, PlayStation 5 y PC.