'RoadCraft': todo un simulador con el que afrontar catástrofes naturales
Un nuevo título para todas las plataformas que hará las delicias de los fans de la ingeniería civil

Algunos de los vehículos que podremos pilotar en 'RoadCraft'. | Saber Interactive
En estos tiempos en los que abundan los RPG. Los juegos de combate con esas recurrentes mecánicas como los tan citados parries contra poderosos enemigos y los ambientes postapocalípticos en los que no nos queda otra que la pura supervivencia, que aparezca un título olvidándose de esas grandes superproducciones de acción para ofrecernos todo lo contrario, la restauración del caos de una forma inteligente y amena, es toda una bendición. Saber Interactive, la desarrolladora responsable de este juego tiene ya un importante bagaje con títulos en los que los vehículos de transporte son los protagonistas junto con una excelente física que recrea a la perfección la respuesta de estos frente a inclemencias, tanto climatológicas como del terreno. Dos ejemplos de ello son MudRunner y SnowRunner.
RoadCraft suma a la complejidad de transportar materiales con un vehículo pesado de un punto a otro, la necesidad de reponer y modificar espacios para que nuestro objetivo pueda llegar a buen puerto. Todo un simulador para afrontar emergencias naturales en el que la compañía, a la que pondremos nombre, se enfrentará con su flota de vehículos pesados: grúas, camiones, dozers con pala excavadora, asfaltadoras, apisonadoras y un largo etcétera, a reconstruir depósitos, trazar rutas, arreglar tuberías de canalización, construir carreteras, recopilar recursos como vigas y tuberías de acero, troncos o bloques de hormigón en cada uno de los ocho mapas preparados para superar cronológicamente todas las misiones que en ellos se nos plantean. Arreglos de emergencia para evitar posibles catástrofes que están por venir o que acaban de ocurrir.
Un ejemplo es el primer mapa que se nos presenta, en donde el único personaje del juego, la secretaria encargada de distribuir los quehaceres de la compañía, nos propone como objetivo alcanzar una determinada planta de fosfatos antes que la zona sea azotada por una tempestad enorme, con el objetivo de proteger los elementos clave de la infraestructura contra la tormenta y la posterior inundación que provocará. Así, escogeremos uno de los dos 4×4 que se nos ofrecen y buscaremos como llegar al punto exacto de destino en un mapa dominado por la neblina que posteriormente se irá despejando conforme avancemos por él y descubramos el camino a seguir.
Dispone de unos escenarios increíblemente detallados y una extraordinaria física del terreno, el manejo de los vehículos se antoja exigente debido a la cantidad de obstáculos que nos iremos encontrando, barro, grandes piedras, árboles caídos, circunstancias que nos ayudan a ir aprendiendo a usar cada una de las herramientas que tenemos a nuestro alcance en los vehículos para poder alcanzar nuestro destino. Todo lo encontraremos en la interfaz del juego mientras manejemos uno u otro vehículo. En el caso del 4×4, al desplegar un menú pulsando un gatillo, encontramos los botones que deberemos pulsar para utilizar el escáner de terreno o el de objetos, el cabrestante para ejercer arrastre o mover objetos, amén de ejecutar operaciones como que el vehículo traccione con las cuatro ruedas, que trabaje con marchas cortas o largas, que se mantenga frenado o que mantenga la inercia.
Así, nada más llegar a una zona inundada por la que inevitablemente debería pasar, utilicé el escáner de terreno para acceder sobre la zona menos profunda y evitar así quedarme varado con el motor inundado y tener que repetir desde el principio la operación. El barro y los desniveles del terreno también nos obligan a emplearnos a fondo si nos quedamos atrapados, todo muy intuitivo físicamente y con la necesidad de ser lo más meticulosos posible para no dar al traste con la operación, porque si volcamos, deberemos volver a recoger el vehículo en el punto de partida. Al llegar a mi destino me esperaba una motoniveladora cuya pala se usa para mover obstáculos y para nivelar el terreno.
Aprendí su manejo para despejar una zona por la que posteriormente, y tras plantear una ruta a base de puntos sobre el mapa, circularían los transportes de recursos de una a otra instalación. Más tarde rescaté una maquinaria abandonada para posteriormente trasladarme a una base en donde me esperaba un vehículo grúa cuyas funciones me ayudaron a cargar un camión con vigas de acero y bloques de hormigón; la rotación de la carga, la verticalidad de la jirafa, la longitud de la cuerda de agarre o la colocación de los lastres laterales, para anclar el vehículo durante la operación y no volcar por el peso con el que trabaja. En otro mapa, construí una carretera para que la ruta de transporte fuese eficaz y los camiones no quedasen atascados, vertiendo arena con un camión volquete, aplanándola con un dozer para luego usar la asfaltadora antes de aplanar con la apisonadora.
Conecté edificios para que una red eléctrica funcionase fluidamente, sustituí tuberías estropeadas que descubrí gracias al mapa… Eso sí, me llevó muchísimo tiempo ir superando objetivos con meticulosidad para que todo el territorio recuperase su infraestructura. Un juego que te atrapa a medida que vas solucionando problemas, que transmite una gran satisfacción tras superar los retos con el trabajo bien hecho. Dispone de multijugador para cuatro usuarios con juego cruzado por si queremos emular la rapidez de la UME. En resumen, una auténtica y relajada experiencia con mucho entretenimiento que puede gustar incluso a los amantes de GTA, puesto que ya saben lo que es trasladar contenedores en el puerto con una gigante grúa industrial.
RoadCraft ya está disponible para PlayStation 5, Xbox series y PC.