The Batman, la nueva película sobre el héroe enmascarado que protagonizará Robert Pattinson, no se estrenará hasta el 4 de marzo de 2022, un nuevo retraso debido a la pandemia del coronavirus que está alterando todos los grandes lanzamientos de Hollywood. Warner Bros. anunció este lunes un buen puñado de cambios en su calendario, ya que, además de The Batman, había atrasado previamente Dune, de Denis Villeneuve, del 18 de diciembre de este año al 1 de octubre de 2021.
Por qué te lo contamos: aunque hoy está cobrando repercusión la cuestión The Batman, el retraso de Dune es especialmente relevante: vacía aún más el calendario para lo que resta de año, de modo que prácticamente ya no quedan grandes estrenos pendientes. Esto implica un profundo problema para las salas, como explicamos en este reportaje. Y recordemos que algunos cineastas como Scorsese o Nolan ya se han movilizado para pedir su rescate.
Por otro lado, Warner Bros. adelantó varios meses el estreno de la cuarta entrega de Matrix, que aterrizará en las salas el 22 de diciembre de 2021 en lugar del 1 de abril de 2022. Además de The Batman, Warner Bros. también modificó sus planes para otras películas que adaptan las historias de DC Comics, de manera que The Flash, del director argentino Andy Muschietti, se estrenará el 4 de noviembre de 2022 (frente al 3 de junio previsto de ese mismo año). Y Shazam! Fury of the Gods se irá incluso más lejos hasta el 2 de junio de 2023 cuando su fecha inicial de lanzamiento era el 4 de noviembre de 2022.
Todo este rompecabezas no ha quedado resuelto del todo puesto que Black Adam, del español Jaume Collet-Serra y con Dwayne Johnson como protagonista, y Minecraft, la adaptación del popular videojuego homónimo, se han quedado por ahora sin fecha de estreno.
¿Un 2020 sin más súperestrenos?
Por ahora resisten Soul, cinta de Pixar que debería estrenarse en noviembre pese a que muchos rumores la colocan ya en la plataforma digital Disney+; y Wonder Woman 1984, que ya acumula tres retrasos –de junio a agosto, de agosto a octubre, y de octubre a diciembre–. En el caso de Wonder Woman 1984 también juega en contra que es una película de Warner Bros., el estudio que contra viento y marea se empeñó en presentar Tenet en las salas después de que estas llevaran meses cerradas por el coronavirus.
La estrategia comercial de esta superproducción de Christopher Nolan no funcionó nada bien en EEUU, donde ha recaudado solo 45,1 millones de dólares. Pero tiene números aceptables a nivel internacional que le han permitido ganarle dinero a una inversión superior a los 200 millones. Eso sí, todavía lejos de las cifras que suelen manejar en taquilla los títulos del director de Dunquerque.
Los estudios tomaron Tenet como un aviso para navegantes y su dilema es este: ¿pueden obtenerse grandes recaudaciones con no todas las salas abiertas, Los Ángeles y Nueva York cerrados por ahora, cines con aforo limitado, distanciamiento social entre los espectadores, y el probable miedo del público a acudir a sitios con mucha gente? En el lado contrario están los cines, muy agobiados dentro de su propia crisis económica por el coronavirus y para los que todos estos retrasos de los blockbuster suponen un gigantesco problema.
Las salas quizá puedan sobrevivir en el corto plazo con películas indies o nostálgicas reposiciones de clásicos, pero a la larga necesitan las superproducciones de Hollywood para atraer al público en masa. La noticia de los retrasos de Dune y The Batman coincidió, asimismo, con otra mala señal para el futuro inmediato de la gran pantalla en Estados Unidos, ya que Regal, la segunda cadena de cines más grande de Estados Unidos, ha confirmado que esta semana cerrará todas sus salas de manera indefinida debido a que la pandemia y la situación de Hollywood hacen inviable su negocio.