Tráfico quiere regular los patinetes eléctricos para sacarlos de las aceras y limitar su velocidad
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha empezado a preparar un real decreto para regular el uso de los patinetes eléctricos. La normativa que Tráfico quiere sacar adelante incluye que estos aparatos, que han proliferado muy rápidamente en las ciudades en los últimos años, estén catalogados como vehículos de movilidad personal de propulsión eléctrica y que en ellos solo pueda viajar una persona, siempre por la calzada y nunca a más de 25 kilómetros por hora.
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha empezado a preparar un real decreto para regular el uso de los patinetes eléctricos. La normativa que Tráfico quiere sacar adelante incluye que estos aparatos, que han proliferado muy rápidamente en las ciudades en los últimos años, estén catalogados como vehículos de movilidad personal de propulsión eléctrica y que en ellos solo pueda viajar una persona, siempre por la calzada y nunca a más de 25 kilómetros por hora.
Lo que pretende la DGT es establecer un «marco general común» para esta tecnología y proporcionar una normativa de «mínimos» a escala nacional para que los Ayuntamientos puedan «aumentar la seguridad vial», en palabras del subdirector general de movilidad de la DGT, Jorge Ordás, en declaraciones recogidas por Efe. Precisamente esta misma semana se conocía la noticia de que una anciana de 92 años murió el pasado agosto tras ser atropellada por un patinete eléctrico que transportaba a dos jóvenes la localidad barcelonesa de Esplugues de Llobregat. El subdirector general de movilidad de la DGT que el objetivo del organismo es empezar a tramitar el decreto antes de que termine el año y que pueda entrar en vigor el próximo julio.
Lo primero que plantea el real decreto es que los patinetes eléctricos se consideren como vehículos de movilidad personal de propulsión eléctrica, pero que esta clasificación tenga cierta «flexibilidad» porque la tecnología de estos aparatos está en constante evolución. Establece también que, salvo excepciones que puedan conceder los Ayuntamientos, el uso de estos vehículos se limite a la calzada y que, por lo tanto, queden fuera de las aceras.
De salir adelante el decreto, los conductores de estos vehículos deberán someterse a controles de alcoholemia y de drogas, ya que quedarían incluidos en el reglamento general de vehículos. Eso sí, no se necesitará para utilizarlos un permiso de conducir. Aunque el casco no será obligatorio, la DGT señala que «su uso debería ser de sentido común». Lo que sí queda prohibido es llevar auriculares.
Tráfico también quiere que estos vehículos cumplan ciertos requisitos, como un tamaño mínimo de ruedas de ocho pulgadas (cerca de 20 centímetros) para poder garantizar la seguridad del conductor en obstáculos y desniveles y una potencia máxima de 2.000 vatios para evitar que se truquen estos dispositivos y aumentar así su velocidad. En cuanto a si es obligatorio la tenencia de un seguro, una idea que también ha planteado el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, «está sobre la mesa del debate», apunta Ordás, pero no hay un consenso cerrado.