Trump declara la adicción a los opiáceos como 'emergencia de salud pública' en EEUU
El presidente Donald Trump ha declarado este jueves la adicción a los opiáceos en Estados Unidos como una «emergencia de salud pública nacional», lo cual le permitirá intensificar la lucha contra una epidemia que mata a más de 100 estadounidenses cada día.
El presidente Donald Trump ha declarado este jueves la adicción a los opiáceos en Estados Unidos como una «emergencia de salud pública nacional», lo cual le permitirá intensificar la lucha contra una epidemia que mata a más de 100 estadounidenses cada día.
En el ala este de la Casa Blanca ha afirmado, ante ex adictos y padres de víctimas: «Podemos ser la generación que acabe con la adicción a los opiáceos». El mandatario ha reiterado en varias ocasiones, la última el miércoles, que planeaba declarar una «emergencia nacional» para luchar contra el abuso de opiáceos como los analgésicos de receta controlada Percocet y OxyContin, la heroína y el opioide sintético fentanilo.
«Esta epidemia es una emergencia nacional de salud. Nadie ha visto nada como lo que está sucediendo ahora», ha añadido.
Luego ha agregado: «Como estadounidenses, no podemos permitir que esto continúe. Es hora de liberar a nuestras comunidades de este flagelo de la drogadicción. Nunca ha sido así. Podemos ser la generación que pone fin a la epidemia de opioides. Podemos hacerlo».
Una emergencia nacional brinda a los estados acceso a fondos federales de ayuda por desastres, pero los funcionarios dijeron que una declaración de emergencia de salud pública nacional era más apropiada para combatir una crisis a largo plazo como la epidemia de opiáceos. Esta declaración no supone un aumento de fondos federales para abordar la crisis, pero los funcionarios dijeron que la Casa Blanca buscaría más dinero del Congreso para hacerlo, reseña AFP.
La declaración de emergencia de salud pública nacional tiene una duración de 90 días y puede renovarse varias veces. Esta medida permitirá que el departamento de Trabajo, por ejemplo, otorgue subvenciones para trabajadores adictos a opiáceos para ayudarlos a romper lo que un funcionario calificó como un «ciclo de adicción y desempleo».
También proporcionará un mayor acceso a «tratamientos de telemedicina» para personas en áreas rurales, como la región de los Apalaches y del llamado Cinturón Industrial del Medio Este, especialmente afectados por la crisis de opiáceos.
Según la comisión gubernamental, 142 estadounidenses murieron diariamente por sobredosis de drogas en 2015, más que el total de muertos en accidentes automovilísticos y homicidios con armas combinados. Además. dos tercios de las muertes por sobredosis de drogas en ese año estaban relacionadas con Percocet, OxyContin, heroína y fentanilo.
Los analgésicos de receta controlada y la heroína provocaron unas 60.000 muertes por sobredosis en Estados Unidos en 2016, un aumento del 19% con respecto al año anterior, según estimaciones del diario The New York Times.